Читаем En el primer cí­rculo полностью

—Valentulya, usted está siempre haciendo sonar su cuchara contra su vaso después del toque de apagar las luces y estoy harto de eso.

—¿Cómo pretende que disuelva el azúcar?

—Silenciosamente.

—Sólo las catástrofes cósmicas ocurren silenciosamente porque el sonido no se trasmite en el espacio exterior. Si una nueva estrella estallase detrás nuestro, no la oiríamos nunca. Ruska, se te está cayendo la frazada, ¿por qué está colgando sobre el borde? ¿Estás dormido? ¿Sabes que nuestro sol es una nueva estrella, y que la tierra está condenada a perecer en un futuro próximo?

—No quiero creerlo. Soy joven y quiero vivir.

—Ja, ja, qué primitivo... ¡qué frío está el té! ¡c'est le mot! él quiere vivir.

—Valentulya, ¿adonde lo llevaron a Bobynin?

—Qué se yo. Tal vez a Stalin.

—¿Y qué haría usted, Valentulya, si lo llevaron a Stalin?

—Yo, ¡jo, jo! le diría todas mis quejas de principio a fin...

—Por ejemplo ¿cuál?

—Bueno, todas, todas. Par excelence, por qué tenemos que vivir sin mujeres. Eso limita nuestras posibilidades creativas.

—¡Pryanchikov, cállese! Todos se han ido a dormir hace rato, ¿Qué es este griterío?

—¿Pero si no quiero dormir?

—Amigos, ¿quién está fumando? escondan sus cigarrillos. El segundo teniente se aproxima.

—¿Qué está haciendo esta carroña aquí? No tropieces, teniente segundo ciudadano, puede quebrarse su nariz.

—¡Pryanchikov!

—¿Qué?

—¿Dónde está? ¿Todavía no duerme?

—Sí, estoy dormido.

—¡Vístase, vamos, vístase, póngase su sobretodo y gorra!

—¿Con mis pertenencias?

—Sin ellas. Rápido. El coche está esperando.

—¿Voy con Bobynin?

—Él ya se ha ido. Hay otro coche para usted.

—¿Qué clase de coche, segundo teniente, un coche policial?

—Más rápido, más rápido. No, es un Pobeda.

—¿Quién me mandó llamar?

—Vamos Pryanchikov ¿por qué tengo que explicarle todo? Yo mismo no lo sé. Más ligero.

—Valentulya, usted dígales a ellos.

—Cuénteles sobre nuestros privilegios de visita. ¿Por qué diablos a los prisioneros del artículo cincuenta y ocho se les permite visitas sólo una vez por año?

—Cuénteles sobre nuestras caminatas afuera.

—Y cartas.

—Y sobre nuestra vestimenta.

—¡Rot front, amigos! ¡Ja, Ja! Adiós.

—¡Camarada segundo teniente! ¿Dónde está por fin Pryranchikov?

—Ya viene, camarada comandante. ¡Aquí está! Pégueles por todo, Valentulya, no sea tímido.

—Corren como perros esta noche.

—¿Qué pasó?

—Esto nunca ocurrió antes.

—Tal vez haya una guerra. Los están arrastrando afuera para fusilarlos.

—¡No seas tonto! ¿Quién se va a molestar por nosotros de uno en uno? Si hubiera guerra, nos liquidarían a todos de golpe o infectarían nuestra kasha con alguna peste.

—Muy bien amigos, ¡es hora de dormir! Ya nos enteraremos mañana.

—Solía ocurrir en 1939, y en 1940 Beria lo citó a Boris Petrovich Stechkin de la sharashka. El no era del tipo de los que vuelven con las manos vacías. O bien el jefe de la prisión sería cambiado o les permitirían más tiempo para caminatas afuera. Stechkin nunca pudo resistir ese sistema de coimas, esas distintas categorías de ración, cuando un, académico recibe huevos y crema agria, un profesor cuarenta gramos de manteca, y los vulgares burros de trabajo la mitad de eso. Era un buen hombre Boris Petrovich —Dios lo tenga en su gloria.

—Murió.

—No, lo soltaron. Le dieron un premio Stalin.

TODOS LOS HOMBRES NECESITAN UNA MUJER

Después la voz tediosa y mesurada de Adamson, que estaba en su segundo período, quedó en silencio. Había estado en sharashkasdurante su primer período, también. Todavía se susurraba en algunas partes una historia incompleta. Alguien estaba roncando fuerte, y por momentos en forma explosiva.

La bombita de luz azul ubicada dentro del arco circular, arriba de las puertas dobles, proyectaba su pálida luz sobre una docena de literas de dos pisos colocadas en forma de abanico en el gran cuarto semicircular. Este cuarto, indudablemente, el único de ese tipo en Moscú, tenía sus buenos doce pasos de diámetro. Arriba había una amplia cúpula sobrepuesta por una torre hexagonal, y en la cúpula había cinco graciosas ventanas circulares. Las ventanas de la pared exterior tenían enrejado carecían de bozales, y durante el día uno podía ver a través de la carretera, un descuidado parque tipo bosque. Desde allí, en las tardes de verano uno oía las excitantes y molestas canciones de las chicas sin hombres de los suburbios de Moscú.

Recostado en la litera superior al lado de la ventana central, Nerzhin no estaba dormido, ni siquiera trataba de dormir. Debajo de él el ingeniero Potapov hacía rato que estaba durmiendo con el sueño sereno de un hombre que trabaja fuerte. Sobre las literas superiores cerca de él estaban, a su izquierda, al otro lado del pasillo, Zemelya, el especialista en vacío, de cara redonda, tendido confiadamente y respirando en forma profunda, a su derecha, sobre la litera pegada contra la suya, Ruska Doronin, uno de los zeks más jóvenes de la sharashka, se agitaba insomne. Abajo de Zemelya, la litera de Pyranchicov estaba vacía.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Аламут (ЛП)
Аламут (ЛП)

"При самом близоруком прочтении "Аламута", - пишет переводчик Майкл Биггинс в своем послесловии к этому изданию, - могут укрепиться некоторые стереотипные представления о Ближнем Востоке как об исключительном доме фанатиков и беспрекословных фундаменталистов... Но внимательные читатели должны уходить от "Аламута" совсем с другим ощущением".   Публикуя эту книгу, мы стремимся разрушить ненавистные стереотипы, а не укрепить их. Что мы отмечаем в "Аламуте", так это то, как автор показывает, что любой идеологией может манипулировать харизматичный лидер и превращать индивидуальные убеждения в фанатизм. Аламут можно рассматривать как аргумент против систем верований, которые лишают человека способности действовать и мыслить нравственно. Основные выводы из истории Хасана ибн Саббаха заключаются не в том, что ислам или религия по своей сути предрасполагают к терроризму, а в том, что любая идеология, будь то религиозная, националистическая или иная, может быть использована в драматических и опасных целях. Действительно, "Аламут" был написан в ответ на европейский политический климат 1938 года, когда на континенте набирали силу тоталитарные силы.   Мы надеемся, что мысли, убеждения и мотивы этих персонажей не воспринимаются как представление ислама или как доказательство того, что ислам потворствует насилию или террористам-самоубийцам. Доктрины, представленные в этой книге, включая высший девиз исмаилитов "Ничто не истинно, все дозволено", не соответствуют убеждениям большинства мусульман на протяжении веков, а скорее относительно небольшой секты.   Именно в таком духе мы предлагаем вам наше издание этой книги. Мы надеемся, что вы прочтете и оцените ее по достоинству.    

Владимир Бартол

Проза / Историческая проза