Читаем En el primer cí­rculo полностью

El joven asesor informante condujo a su compañera hacia una ventana que daba al balcón, contra la cuál se habían colocado dos sillones; le trajo helados y la felicitó por lo bien que bailaba. Ella sonrió y parecía ansiosa por decir algo. Él observaba su cuello nervioso y el pecho bastante chato bajo su blusa fina y, aprovechándose de que las cortinas los escondían parcialmente, con un gesto condescendiente, puso su mano sobre la que ella tenía sobre las rodillas. La chica empezó a hablar en una forma nerviosa y agitada.

—Vitaly Yevgenievich, ¡qué suerte encontrarlo aquí! Por favor, no se enoje conmigo por ser tan descarada como para tocar un tema relacionado con su trabajo tan a destiempo, pero es imposible pescarlo en el Soviet Supremo. — Vitaly soltó la mano de la chica.— Por seis meses el expediente de mi padre ha estado inactivo en su secretariado. Él está atacado de parálisis. El certificado, expedido por el campo de concentración donde se halla, está allí, junto con mi demanda de perdón. (El asesor informante hizo una retirada estratégica hasta lo más profundo de su sillón y se dedicó a formar una bolita de helado con su cuchara. La joven ya se había olvidado de su helado y en un descuido, rozó torpemente su mano contra la cuchara. Ésta dio una voltereta, le manchó el vestido y cayó al suelo cerca de la puerta del balcón. Ninguno de los dos se cuidó de levantarla).

¡Ha perdido el uso de su lado derecho! ¡Otro ataque y está listo! Ya está desahuciado. ¿Para qué lo quieren en la cárcel así?

Los labios del oficial sé contrajeron en una mueca de disgusto, Vamos, es una falta de tacto de su parte abordarme aquí. El número de teléfono de nuestra oficina no es ningún secreto. Llámeme al trabajo y le daré cita. Y de paso, ¿por qué articuló fue condenado su padre? ¿Por el 58?

—¡Oh, no, no, de ninguna manera! — exclamó la chica, con un suspiro de alivio—. ¿Cree usted que hubiera osado dirigirme a usted si hubiera sido un preso político? Cae bajo la ley del 7 de agosto.

—En varios casos correspondientes a la ley del 7 de agosto, también se han rechazado peticiones conmutatorias.

—Pero esto es espantoso. Va a morir en un campo de concentración. ¿Cuál es el objeto de tener en un campo a una persona que se sabe va a morir?

El joven oficial la miró largamente, con los ojos muy abiertos.

—Razonando de esa manera, ¿qué queda de la ley? — dijo sonriendo irónicamente—. Después de todo, fue la justicia quien lo condenó. ¿No puede comprenderlo? Y de todas maneras, ¿qué quiere decir eso de "morir en un campo de concentración"? Algunos tienen que morir en los campos de concentración. Cuando les llega la hora, ¿qué importa dónde sea?

Se levantó disgustado y se fue.

Había hablado en ese tono de convicción y simplicidad que dejan cortado al más hábil de los oradores.

La chica de poco tacto cruzó silenciosamente el "living", hacia el Comedor, donde se había servido un té con masitas y, sin que Clara la viera, se puso el tapado en el vestíbulo y salió.

Clara trató de sintonizar el aparato de T.V., pero la imagen empeoró todavía más. En cuanto a Zhenka, ya estaba reaccionando en el baño.

Después que la chica delgada y con aire de preocupación hubo pasado a su lado, Galakhov, Innokenty y Dotnara se dirigieron hacia el "living". Lansky salió a su encuentro.

Normalmente simpatizamos con quien tiene un alto concepto de nosotros. Lansky estimaba altamente lo que Galakhov habla escrito y esperaba más de cada uno de sus libros subsiguientes. Por esto, Galakhov cooperaba con Lansky con el mayor placer y lo hacía avanzar en su carrera.

Alexei Lansky estaba ahora con ese alegre buen humor propio de una fiesta, gracias al cual uno puede hasta decir algo un poco impertinente sin causar una mala impresión.

—¡Nikolai Arkadevich! — exclamó, al tiempo que su fisonomía se iluminaba—. Reconozca que en el fondo de su corazón usted no es un escritor. ¿Sabe lo único que es en realidad? — Esto se parecía mucho a las preguntas de Innokenty, y Galakhov empezaba a sentirse perturbado.— ¡Usted es un soldado! — ¡Un soldado, por supuesto! — Y Galakhov esbozó una sonrisa varonil.

También entornó la vista, como quien mira a la distancia. Ni en los días más gloriosos de su carrera literaria se había sentido tan orgulloso y, sobre todo, tan puro, como cuando, bajo un impulso temerario, con la cabeza llena de ideas de Pushkin, se había abierto camino hacia el puesto de comando de un batallón casi rodeado. Allí arrastró a la artillería y al fuego de los morteros y más tarde, ya de noche, en un refugio hamacado y sacudido por los bombardeos, compartió un cacharro de comida con cuatro miembros del cuerpo de oficiales del batallón y se sintió en términos de igualdad con estos esforzados guerreros.

—Entonces, permítame presentarle a un camarada de armas del frente, el capitán Shchagov.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Аламут (ЛП)
Аламут (ЛП)

"При самом близоруком прочтении "Аламута", - пишет переводчик Майкл Биггинс в своем послесловии к этому изданию, - могут укрепиться некоторые стереотипные представления о Ближнем Востоке как об исключительном доме фанатиков и беспрекословных фундаменталистов... Но внимательные читатели должны уходить от "Аламута" совсем с другим ощущением".   Публикуя эту книгу, мы стремимся разрушить ненавистные стереотипы, а не укрепить их. Что мы отмечаем в "Аламуте", так это то, как автор показывает, что любой идеологией может манипулировать харизматичный лидер и превращать индивидуальные убеждения в фанатизм. Аламут можно рассматривать как аргумент против систем верований, которые лишают человека способности действовать и мыслить нравственно. Основные выводы из истории Хасана ибн Саббаха заключаются не в том, что ислам или религия по своей сути предрасполагают к терроризму, а в том, что любая идеология, будь то религиозная, националистическая или иная, может быть использована в драматических и опасных целях. Действительно, "Аламут" был написан в ответ на европейский политический климат 1938 года, когда на континенте набирали силу тоталитарные силы.   Мы надеемся, что мысли, убеждения и мотивы этих персонажей не воспринимаются как представление ислама или как доказательство того, что ислам потворствует насилию или террористам-самоубийцам. Доктрины, представленные в этой книге, включая высший девиз исмаилитов "Ничто не истинно, все дозволено", не соответствуют убеждениям большинства мусульман на протяжении веков, а скорее относительно небольшой секты.   Именно в таком духе мы предлагаем вам наше издание этой книги. Мы надеемся, что вы прочтете и оцените ее по достоинству.    

Владимир Бартол

Проза / Историческая проза