Читаем Círculo de espadas полностью

Cogió la copa de vino y la hizo girar entre sus manos; observó el líquido de color rojo claro pero no bebió. Evidentemente, lo que quería era tener las manos ocupadas.

—Algunos hwarhath, no sé cuántos, argumentan que los humanos son como la Población Red o como los miembros de su propia especie que no pueden tomar decisiones morales razonables. Tenemos aspecto de personas, pero no lo somos. En lugar de eso, somos una clase de animal inteligente, capaz de hacer una buena imitación de… ¿qué podría decir? De la conducta adecuada. Un observador descuidado se engaña, pero si se observa atentamente…

»Anna, el Pueblo no negocia con animales. Son cuidadosos en sus tratos con otras formas de vida, sobre todo en su planeta madre, pero no tienen nada parecido a la religión de la diosa Gaia. Si un animal es peligroso, uno se libra del peligro, y las reglas de la guerra no se aplican. No creo que se priven de tomar una solución definitiva.

—Mierda —dijo Anna.

Él sonrió.

—Eso es exactamente lo que pienso. Ése es el primer punto. El segundo es que los hwarhath tienen un problema grave. Hace más de un siglo que no hacen la guerra.

—¿Eso es un problema? Ojalá nosotros pudiéramos decir lo mismo.

Nicholas dejó la copa de vino y se echó hacia atrás. Anna tuvo la impresión de que hacía un esfuerzo por relajarse.

—El Pueblo cree que los hombres son violentos por naturaleza y… ¿cuál es la palabra? Jerárquicos por naturaleza. Están obsesionados con el frente y la retaguardia, con la idea de ganar y perder. Si se los deja obrar por su cuenta, intentarán dominar cualquier situación. Infligirán un daño físico. Debo decirte que lo considero lamentable; pero no cabe duda de que se educa a los hwartath del sexo masculino para ser sumamente competitivos y para pensar que la violencia no es algo terrible.

»De todas formas… —Hizo una pausa—. En la medida de lo posible, el Pueblo intenta mantener a los hombres lejos de casa. No quieren que sus mujeres y sus niños tengan miedo. Piensan que el miedo constante no es saludable, aunque sea leve, como el hecho de no saber cuándo alguien de la familia, el tío, o el hermano mayor, o quien sea, va a estallar o a empezar a dar golpes. Mi padre tiene mal genio. Es un hombre muy civilizado, pero recuerdo que cuando era niño le tenía miedo. No muy a menudo. De vez en cuando.

»Los hwarhath del sexo masculino son enviados a los límites de la sociedad, donde su violencia resulta útil y donde sólo matan a otros hombres adultos.

—Parece ser una cultura realmente desagradable —comentó Anna.

Nick se encogió de hombros.

—En muchos sentidos, son más amables que los humanos. Creo que en algunos aspectos son más brutales. O tal vez son más claros y más honestos con respecto a la brutalidad. Yo los amo —sonrió brevemente—. Como habrás notado, los estoy traicionando. Todo lo que te estoy diciendo es información secreta.

—¿Por qué lo haces?

—La situación no puede seguir así, y no se me ocurre qué otra cosa puedo hacer. Déjame terminar, ¿quieres?

Anna asintió.

—Te he dicho que su historia es larga y sangrienta. Condujo a la creación del Tejido, que se convirtió en un gobierno del mundo. La paz mundial reporta beneficios evidentes, y realmente no quieren renunciar a ella. Pero no saben qué hacer con sus hombres. Piensan, y están casi en lo cierto, que no pueden mantener su sociedad tal como está si no disponen de un enemigo. ¿Qué va a ocurrir cuando los hombres jóvenes dejen de creer en la guerra? ¿Qué ocurrirá si los hombres empiezan a decir: No tiene sentido prepararse para la batalla y no tiene sentido vivir en el perímetro? Diablos, tal vez querrían regresar a casa, y no sólo de visita. Una idea espantosa. Te aseguro que asusta a los hwarhath.

»De todo esto sacaron algo bueno. Descubrieron el viaje FTL. Eso les dio la posibilidad de enviar a los hombres, a muchos hombres, al espacio para explorar y establecer colonias y buscar un enemigo. —Nick la miró y sonrió—. Querían una guerra lo suficientemente grande para mantener a los hombres ocupados y alejados de las mujeres. Lo suficientemente lejos para que el planeta madre no estuviera amenazado, pero a una distancia razonable. Querían un enemigo al que pudieran derrotar, pero no con facilidad. No creo que nunca se hayan planteado realmente qué hacer con las mujeres y los niños extraños después de aniquilar a todos los hombres.

»Descubrieron a los humanos, y nosotros éramos exactamente lo que querían, salvo que no jugamos limpio. No conocemos las reglas de la guerra.

Nicholas había vuelto a coger su copa. La inclinó y el líquido pálido resplandeció. ¿Qué parecía?, pensó Anna. ¿Sangre mezclada con agua?

—Hay otra cosa que deberías saber con respecto al Pueblo. Cuando me capturaron, yo me encontraba en una nave humana atacada, el Free Market Explorer, y he estado en un par de naves hwarthath que se encontraban en la misma situación.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Абсолютное оружие
Абсолютное оружие

 Те, кто помнит прежние времена, знают, что самой редкой книжкой в знаменитой «мировской» серии «Зарубежная фантастика» был сборник Роберта Шекли «Паломничество на Землю». За книгой охотились, платили спекулянтам немыслимые деньги, гордились обладанием ею, а неудачники, которых сборник обошел стороной, завидовали счастливцам. Одни считают, что дело в небольшом тираже, другие — что книга была изъята по цензурным причинам, но, думается, правда не в этом. Откройте издание 1966 года наугад на любой странице, и вас затянет водоворот фантазии, где весело, где ни тени скуки, где мудрость не рядится в строгую судейскую мантию, а хитрость, глупость и прочие житейские сорняки всегда остаются с носом. В этом весь Шекли — мудрый, светлый, веселый мастер, который и рассмешит, и подскажет самый простой ответ на любой из самых трудных вопросов, которые задает нам жизнь.

Александр Алексеевич Зиборов , Гарри Гаррисон , Илья Деревянко , Юрий Валерьевич Ершов , Юрий Ершов

Фантастика / Боевик / Детективы / Самиздат, сетевая литература / Социально-психологическая фантастика