¿había alguna razón para seguir obteniéndolo? Harry simplemente echaba una mirada a la portada antes de tirarlo a un lado como los demás días; cuando los idiotas que trabajaban en el periódico por fin se dieran cuenta de que Voldemort había vuelto, sería un titular de primera página, y eso era lo único de lo que tenía cuidado Harry.
Si fuera afortunado, habría también lechuzas trayendo cartas de Ron y Hermione, sus mejores amigo, con la expectativa de que sus cartas no le trajeran las noticias que habían llegado hasta ahora.
No podemos decir mucho sobre tú-ya-sabes-qué, obviamente...
No hemos estado contando nada importante por si nuestras cartas van por mal camino... Estamos un poco ocupados pero no puedo darte los detalles aquí... Está sucediendo una cosa importante, te lo contaremos todo cuando te veamos...
¿Pero cuándo iban a verle? Nadie se había referido a una fecha concreta. Hermione había garabateado "Espero que nos veamos muy pronto" en el interior de su tarjeta de cumpleaños, ¿pero pronto cuánto pronto era? Tan lejos como él podía traslucir de sus cartas, Hermione y Ron estaban en el mismo sitio, presumiblemente en la casa de los padres de Ron. Él apenas podía aguantar pensar en los dos divirtiéndose en La Madriguera mientras él estaba atrapado en Privet Drive. De hecho, estaba tan enfadado con los dos, que había tirado lejos, sin abrirlas siquiera, las dos cajas de chocolates de Honeydukes que le habían enviado por su cumpleaños. Se había arrepentido luego, después de la marchita ensalada que Tía Petunia había proporcionado para la pasada cena.
¿Y con qué estaban Ron y Hermione ocupados? ¿Por qué no estaba él, Harry, ocupado? ¿No había probado su capacidad de 9
control mucho más que ellos? ¿Habían olvidado todo lo que él había hecho? ¿No había sido él quién había entrado en el cementerio y había visto a Cedric siendo asesinado, y había estado en esa lápida donde casi murió?
"No pienses en eso", se dijo Harry a sí mismo con severidad por centésima vez en ese verano. Ya era suficientemente malo estar recordando el cementerio en sus pesadillas, sin tener que rememorarlo estando despierto también.
Giró en la esquina hacia Magnolia Crescent; a la mitad del camino pasó delante del estrecho callejón donde había visto a su padrino por primera vez. Sirius, al menos, parecía entender cómo se sentía Harry. Hay que admitir que sus letras estaban tan vacías de noticias como las de Ron y Hermione, pero al menos contenían palabras de precaución y consolación en lugar de atormentantes indirectas: "Sé que esto debe ser frustrante para ti...
No te metas en líos y todo estará bien... Ten cuidado y no hagas nada precipitado..."
Bien, pensó Harry, mientras cruzaba Magnolia Crescent, giraba hacia la calle Magnolia y se dirigía hacia el oscuro parque infantil, que él había hecho cuanto Sirius le había dicho. Al menos había resistido la tentación de coger su baúl y su escoba y volar hasta La Madriguera solo. De hecho, Harry pensaba que su comportamiento había sido muy bueno considerando lo frustrado y enfadado que se sentía de haber estado atrapado en Privet Drive tanto tiempo, obligado a esconderse en arriates con la esperanza de oír algo que le indicara lo que Lord Voldemort estaba haciendo. Sin embargo, era un poco irritante que alguien que había estado en la prisión de los magos, Azkaban, escapado, intentado cometer el asesinato por el cuál había sido condenado la primera vez y huido con un hipogrifo robado, le dijera que no hiciera nada irreflexivo.
Harry saltó por encima de la puerta cerrada del parque y salió cruzando la reseca hierba. El parque estaba vacío como las calles de los alrededores. Cuando alcanzó los columpios se sentó en el único que Dudley y sus amigos no habían roto aún, pasó su brazo 10
alrededor de la cadena y miró taciturno al suelo. No podría volver a esconderse en el arriate de los Dursley de nuevo.
Mañana tendría que pensar en alguna manera fresca de escuchar las noticias. Mientras tanto, no había pensado en sus otras inquietudes, la perturbada noche, porque incluso cuando escapaba de las pesadillas de Cedric tenía inquietantes sueños sobre largos y oscuros corredores, todos con la muerte al final y puertas cerradas con llave, que él suponía que tenían algo que ver con la sensación de atrapado que tenía cuando se despertaba.