- Estúpido - dijo el Mundungus débilmente mirando a la señora Figg, luego a Harry, y otra vez a la señora Figg – Estúpido, yo…
- Y usted comprando calderas robadas ¿no le dije que no fuera?
¿No ho hice?
- ‘Yo – bueno, yo’ - Mundungus pareció profundamente incómodo. ¿Era – era una oportunidad de negocio muy buena?
La señora Figg levantó el brazo del cual colgaba su bolso, lo descolgó y golpeó a Mundungus en el cuello y en la cara, por el ruido metalico que esta provocaba se podría decir que era comida para gatos.
- Ouch, basta, basta. - Usted viejo murciélago loco, alguien debe decirle a Dumbledore sobre ellos.
¡Si – alguien – debe! -gritaba la señora Figg haciendo golpear el bolso de la comida para gatos en cada pedacito de Mundungus que ella podía alcanzar. ‘ ¡Y – quien – mejor – que – tu – para –
decirle – porque – no – estabas – ahí – para – ayudar!’
- Mantente afuera- dijo Mundungus poniendo sus manos sobre su cabeza- ¡lo haré! ¡lo haré!
Y con otro crujido estrepitoso desapareció
- ¡Espero que Dumbledore lo asesine!- dijo la señora Figg furiosa- Ahora vamos Harry, ¿que estas esperando?
Harry decidió no perder el aliento que le quedaba en decir que apenas podía caminar debajo del peso de Dudley. Él jaló a Dudley semiconsiente y lo escalonó hacia adelante.
- "Los llevare a la puerta" dijo la señora Figg cuando dieron vuelta en Privet Drive. En caso de que haya más de ellos alrededor... oh cielos, que catástrofe... y tuviste que luchar solo...
y Dumbledore nos dijo que no deberías hacer magia a toda 24
costa ... Bueno, mejor no llorar sobre la poción derramada...
Supongo... solamente que el gato estará ahora entre los duendes.
- ¿Entonces, Harry jadeó, Dumbledore.... me tenía... vigilado?
- Por supuesto - dijo la señora Figg impaciente- ¿Contabas con que te dejaría vagar por aquí, después de lo que sucedió en Junio?, Santo Dios, muchacho, me dijeron que eras inteligente...
a la derecha... entra y quédate allí, dijo mientras que alcanzaron el numero cuatro. - ‘Espero que alguien se ponga en contacto contigo bastante pronto.’
- ¿Que va a hacer usted?- pregunto Harry rápidamente.
- Iré directo a casa- dijo la señora Figg, mirando fijamente alrededor de la calle oscura y estremeciéndose... Necesito esperar mas instrucciones. Quédate en tu casa. Buenas noches.
- ¡Aguarde, no se vaya todavía!, quiero saber…
Pero la señora Figg ya se había alejado
- ¡Espera! grito Harry detrás de ella. Tenía un millón de preguntas que hacer a cualquier persona que estuviera en contacto con Dumbledore; pero en unos segundos la oscuridad se tragó a la señora Figg. Dudley seguía recargado en su hombro y de una manera lenta y dolorosa Harry continuó su trayectoria por el jardín número cuatro.
La luz del pasillo estaba encendida. Harry guardo la varita dentro del cinturón de sus pantalones, tocó el timbre y el contorno de la tía Petunia creció más grande y más grande extrañamente torcido por el cristal de la puerta delantera.
-¡Diddy! Justo a tiempo. Ya me estabas… - ¿Qué te ocurre?
Harry miraba de lado a Dudley y le quitó su brazo interior justo a tiempo. Dudley se sacudió por un momento sobre el terreno, su cara se volvió verde pálido, después abrió su boca y vomitó todo sobre la estera de la puerta.
- ‘¡DIDDY! Diddy, ¿qué te pasa? ¿Vernon? ¿VERNON?’
El tío de Harry vino corriendo desde el living, resoplando su bigote de morsa como hacía siempre que estaba agitado.
Rápidamente se apresuró a ayudar a tía Petunia con Dudley que 25
estaba arrodillado en el umbral mientras evitaba el charco de vómito.
- ‘¡Está enfermo, Vernon!’
- ‘¿Qué es hijo? ¿Qué ha pasado? ¿Te dio la señora Polkiss algo extraño para el té?’
- ‘¿Porqué estás cubierto de suciedad cariño? ¿Te has caído al suelo?’
- ‘Espera –no has sido atacado, verdad, hijo’
Tía Petunia gritó.
- ¡Llama a la policía, Vernon! ¡Lama a la policía! ¡Diddy, cariño, háblale a mami!¿Qué te han hecho?'
Con el jaleo parecía que nadie se había dado cuenta de Harry, que lo aprovechó perfectamente. Intentó entrar dentro antes de que Tío Vernon cerrase de golpe la puerta y, mientras los Dursleys hacían su ruidoso progreso hacia la cocina, Harry se dirigió lenta y cuidadosamente hacia las escaleras.
- ‘Quién te lo hizo, hijo? Dame nombres. Yo los cogeré no te preocupes.’
- ‘¡Ssh! Está intentando decir algo, Vernon. ¿Qué es Diddy?
¡Díselo a mami!’
El pie de Harry estaba en el escalón más bajo de la escalera cuando Dudley recuperó la voz.
- ‘Él’
Harry se quedó congelado al pie de la escalera, su cara se arrugó, preparada para la explosión.
- ‘¡CHICO! ¡VEN AQUÍ!’
Con un sentimiento entre el terror y la ira, Harry saco lentamente su pie de la escalera y giró para ir donde los Dursleys.