Читаем El cálculo de Dios полностью

Hollus no dijo nada durante varios segundos.

—No estoy seguro de que a mí me apeteciese —dijo.

—Debe de ser muy tentador, si especie tras especie ha elegido esa ruta.

—Supongo que sí —dijo Hollus—. Mi especie ha estado realizando considerables avances en la tecnología de escaneo de cerebros… es algo más difícil para nosotros de lo que lo sería para vosotros, ya que nuestros cerebros están situados en el centro de nuestros cuerpos y porque sin duda la integración entre las dos mitades provoca algunos problemas. Aun así, imagino que seremos capaces de transferir la consciencia combinada de un forhilnor en unas décadas —hizo una pausa—. Pero eso explica el fenómeno que comenté con respecto a esos vídeos de ciencia ficción que me mostraste: por qué las especies extraterrestres que se encuentran en carne y hueso parecen tener siempre el mismo nivel tecnológico. Parece que hay una ventana reducida entre el desarrol o del viaje interestelar y cuando una especie deja de mantener una existencia corpórea. También explica por qué la búsqueda de inteligencia extraterrestre por medio de radiotelescopios fal aba por lo habitual; una vez más, hay un periodo de tiempo corto entre el desarrol o de la radio y el abandono de su uso.

—Pero, por lo que habéis podido deducir, ninguna de las especies que conocéis, excepto nuestras tres, han existido simultáneamente —hice una pausa—. Nuestras especies, las tres, puede que sean la primera oportunidad que ha tenido la galaxia de formar una… una federación planetaria.

—Una idea interesante —dijo Hollus—. ¿Supones que es por eso que Dios intervino en nuestros mundos? ¿Para darnos la sofisticación tecnológica simultáneamente de forma que pudiésemos formar una alianza?

—Posiblemente —dije—. Aunque no estoy seguro de para qué podría valer. Es decir, podría ser bueno para nuestras especies, pero ¿en qué beneficia al creador?

Hollus hizo descender su sexto pie.

—Esa es una muy buena pregunta —dijo al fin.

Esa noche, después de que acostásemos a Ricky y que yo le leyese un rato, Susan y yo nos sentamos en el sofá del salón. Yo tenía el brazo sobre sus hombros, y ella tenía la cabeza apoyada en mi pecho.

—¿Has pensado alguna vez en el futuro? —le pregunté. Levanté el brazo un poquito—. No me refiero al futuro cercano —estoy seguro de que en eso había pensado mucho—. Me refiero al futuro lejano… miles, incluso millones de años.

No podía ver el rostro de Susan. Esperaba que estuviese sonriendo.

—Yo no estaré aquí para verlo.

Yo me mantuve en silencio durante un momento; no sabía si realmente quería sacar el tema.

—Pero y si hubiese una forma —dije—. Una forma de vivir por siempre.

Susan era inteligente; una de las razones por las que me había casado con ella.

—¿Te lo ha ofrecido Hollus? ¿La inmortalidad?

Negué con la cabeza.

—No. Sabe tanto de la inmortalidad como nosotros. Pero su pueblo ha encontrado pruebas de otras seis especies que parecen haber descubierto una… una especie de inmortalidad.

Se movió ligeramente sobre mi pecho.

—¿Oh?

—Parece que han… bien, la palabra que hemos estado usando es «transcendido» a otro nivel de existencia… presumiblemente transfiriendo sus mentes a ordenadores.

—Eso no es «vivir por siempre». Igualmente podrías ser un cadáver conservado en formaldehído.

—Suponemos que los seres transferidos siguen existiendo en el interior del ordenador, actuando, reaccionando e interactuando. Es más, podría incluso serles imposible descubrir que ya no tienen existencia material; la experiencia sensorial podría ser comparable, o mejor, que aquel a a la que nosotros estamos acostumbrados.

Susan parecía incrédula.

—¿Y dices que especies enteras lo han hecho?

—Ésa es mi teoría, sí.

—¿Y crees que las consciencias individuales siguen existiendo por siempre en el interior de ordenadores?

—Es posible.

—¿Lo que significa… lo que significa que tú no tendrías que morir?

—Bien, mi yo de carne y hueso moriría, evidentemente, y yo no compartiría la continuidad con la versión transferida después de que se realizase el escáner. Pero la versión transferida recordaría haber sido yo, y continuaría después de mi muerte. Por lo que a ella respectaría, y a los que interactuasen con ella, sería yo. Por tanto, sí, si tuviésemos acceso a esa tecnología, en un sentido muy real yo no tendría que morir. Asumo que una de las grandes razones para que se transfiriesen fue evitar las limitaciones que impone el hacerse viejo o la enfermedad.

—¿No está sobre la mesa? —preguntó Susan. Tenía el corazón desbocado; podía sentirlo—. ¿Realmente no te lo han ofrecido?

—No —dije—. Ni los forhilnores ni los wreeds saben cómo hacerlo… y, ya que estamos, simplemente asumimos que eso es lo que sucedió realmente a las otras especies. Parece que toda especie inteligente se destruye poco después de descubrir las armas nucleares, o que sobrevive unos ciento cincuenta años más pero luego decide trascender.

Susan levantó los hombros.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Аччелерандо
Аччелерандо

Сингулярность. Эпоха постгуманизма. Искусственный интеллект превысил возможности человеческого разума. Люди фактически обрели бессмертие, но одновременно биотехнологический прогресс поставил их на грань вымирания. Наноботы копируют себя и развиваются по собственной воле, а контакт с внеземной жизнью неизбежен. Само понятие личности теперь получает совершенно новое значение. В таком мире пытаются выжить разные поколения одного семейного клана. Его основатель когда-то натолкнулся на странный сигнал из далекого космоса и тем самым перевернул всю историю Земли. Его потомки пытаются остановить уничтожение человеческой цивилизации. Ведь что-то разрушает планеты Солнечной системы. Сущность, которая находится за пределами нашего разума и не видит смысла в существовании биологической жизни, какую бы форму та ни приняла.

Чарлз Стросс

Научная Фантастика
Дневники Киллербота
Дневники Киллербота

Три премии HugoЧетыре премии LocusДве премии NebulaПремия AlexПремия BooktubeSSFПремия StabbyПремия Hugo за лучшую сериюВ далёком корпоративном будущем каждая космическая экспедиция обязана получить от Компании снаряжение и специальных охранных мыслящих андроидов.После того, как один из них «хакнул» свой модуль управления, он получил свободу и стал называть себя «Киллерботом». Люди его не интересуют и все, что он действительно хочет – это смотреть в одиночестве скачанную медиатеку с 35 000 часов кинофильмов и сериалов.Однако, разные форс-мажорные ситуации, связанные с глупостью людей, коварством корпоратов и хитрыми планами искусственных интеллектов заставляют Киллербота выяснять, что происходит и решать эти опасные проблемы. И еще – Киллербот как-то со всем связан, а память об этом у него стерта. Но истина где-то рядом. Полное издание «Дневников Киллербота» – весь сериал в одном томе!Поздравляем! Вы – Киллербот!Весь цикл «Дневники Киллербота», все шесть романов и повестей, которые сделали Марту Уэллс звездой современной научной фантастики!Неосвоенные колонии на дальних планетах, космические орбитальные станции, власть всемогущих корпораций, происки полицейских, искусственные интеллекты в компьютерных сетях, функциональные андроиды и в центре – простые люди, которым всегда нужна помощь Киллербота.«Я теперь все ее остальные книги буду искать. Прекрасный автор, высшая лига… Рекомендую». – Сергей Лукьяненко«Ироничные наблюдения Киллербота за человеческим поведением столь же забавны, как и всегда. Еще один выигрышный выпуск сериала». – Publishers Weekly«Категорически оправдывает все ожидания. Остроумная, интеллектуальная, очень приятная космоопера». – Aurealis«Милая, веселая, остросюжетная и просто убийственная книга». – Кэмерон Херли«Умная, изобретательная, брутальная при необходимости и никогда не сентиментальная». – Кейт Эллиот

Марта Уэллс , Наталия В. Рокачевская

Фантастика / Космическая фантастика / Научная Фантастика