Me parece a mí que un ser así hubiese considerado dos posibilidades. Una sería dejar las restantes cuarenta y dos secuencias sin especificar, de la misma forma que hay secuencias de letras en los lenguajes reales que no forman palabras válidas. De esa forma, si una de esas secuencias apareciese en una cadena de ADN, sabría que se ha producido un error de copia —una errata genética, convirtiendo el código válido de A-T-A en, digamos, el galimatías A-T-C. Eso sería una señal clara y útil de que algo ha salido mal.
La otra alternativa sería vivir con el hecho de que iban a producirse errores de copiado, pero intentar reducir el impacto añadiendo sinónimos al lenguaje genético. En lugar de tener una palabra para cada aminoácido, podrías tener tres palabras que significan lo mismo. Eso usaría sesenta de las posibles palabras; luego podría tener dos palabras que significan inicio y dos más para detenerse, completando el diccionario de ADN. Si intentases agrupar los sinónimos de forma lógica, eso podría ayudar a evitar los errores de transcripción: si A-G-A, A-G-C y A-G-G significasen lo mismo, y sólo pudieses leer con claridad las primeras dos letras, seguirías teniendo una buena probabilidad de descubrir lo que se quería decir incluso sin conocer la tercera letra.
De hecho, el ADN emplea sinónimos. Y si hubiese tres sinónimos para especificar cada aminoácido, uno podría mirar al código y decir, sí, alguien se lo ha pensado muy bien. Pero dos aminoácidos —leucina y serina— tienen cada uno seis sinónimos, y otros cuatro, tres, dos e incluso uno: el pobre triptofan está especificado sólo por la palabra T-G-G.
Mientras tanto, el código A-T-G puede significar el aminoácido metionina (y no hay otras palabras genéticas para él) o, dependiendo del contexto, puede ser el signo de puntuación para «iniciar transcripción» (que tampoco tiene sinónimos). ¿Por qué en la Tierra —o en cualquier otro lugar— un diseñador inteligente iba a formar tal lío? ¿Por qué emplear la sensibilidad al contexto para determinar el significado cuando había palabras suficientes para evitarlo ?
¿Y qué hay de las variaciones en el código genético? Como le dije a Hollus, el código empleado por el ADN mitocondrial difiere ligeramente del empleado por el ADN en el núcleo.
Bien, en 1982, Lynn Margulis propuso que las mitocondrias —orgánulos celulares responsables de la producción de energía— habían empezado siendo formas bacterianas separadas, viviendo en simbiosis con los antepasados de nuestras células, y que con el tiempo esas formas separadas fueron cooptadas en nuestras propias células, convirtiéndose en parte de el as. Quizá… Dios, hace tanto tiempo desde que repasé la bioquímica… pero quizá los códigos genéticos mitocondrial y nuclear habían sido idénticos originalmente pero, cuando comenzó la simbiosis, la evolución favoreció mutaciones que permitían algunos cambios en el código genético mitocondrial; con dos juegos de ADN existiendo en la misma célula, quizás esos pocos cambios sirviesen como método para distinguir las dos formas, evitando así la mezcla accidental.
No se lo había mencionado a Hollus, pero también hay algunas diferencias menores en el código genético empleado por los protozoos ciliados —si recuerdo correctamente, para ellos tres codones tienen diferente significado—. Pero… estaba fantaseando; lo sabía… pero algunos decían que los cilios, esos orgánulos irreduciblemente complejos cuya muerte había provocado mi propio cáncer de pulmón, también habían empezado como organismos discretos. Quizás esos protozoos ciliados que tenían un código genético diferente descendiesen de los mismos cilios que en el pasado se encontraban en simbiosis con otras células, desarrollando variaciones en el código genético por las mismas razones de seguridad que las mitocondrias pero, al contrario de los cilios que todavía conservábamos, habían roto posteriormente la simbiosis para regresar a una vida independiente.
En cualquier caso, era una posibilidad.
Aun así, cuando era niño en Scarborough, compartíamos la valla posterior con una mujer l amada señora Lansbury. Era muy religiosa —una «beata» decía mi padre— y siempre intentaba persuadir a mis padres para que le permitiesen llevarme a la iglesia los domingos. Nunca fui, claro, pero recuerdo su expresión favorita: el Señor actúa de forma misteriosa.
Quizá sí. Pero me cuesta trabajo creer que actuase con métodos chapuceros e improvisados.
Y sin embargo…
Y sin embargo, ¿qué había dicho Hollus de la lengua wreed? Ella también dependía del contexto y de un insólito uso de sinónimos. Quizás a algún nivel chomskiano, yo no tuviese las estructuras cerebrales adecuadas para apreciar la elegancia del código genético. Quizá T'kna y su gente lo encontrasen perfectamente razonable, perfectamente elegante.
Quizás.
De pronto el gato escapó del saco.