—Una conjetura interesante. Pero nuestros físicos han demostrado que otros valores son teóricamente posibles. Y las probabilidades de que los valores actuales apareciesen por azar son de uno entre seis seguido de tantos ceros que si se pudiese escribir un cero en cada neutrón y protón de todo el universo, no se podría escribir el número al completo.
Asentí; ya había oído variaciones de ese argumento. Era hora de jugar mi as.
—Quizás existan todos esos valores para esas constantes —dije—, pero en universos diferentes. Quizás haya un número ilimitado de universos paralelos, todos los cuales carecen de vida porque sus parámetros físicos no lo permiten. Si fuese así, no tendría nada de raro que estemos en este universo, dado que es el único de todos los posibles universos en el que podríamos estar.
—Ah —dijo Hollus—. Comprendo…
Crucé los brazos con aire de suficiencia.
—Comprendo —siguió diciendo el alienígena—, la fuente de su confusión. En el pasado, los científicos de mi planeta eran en su mayoría ateos o agnósticos. Ya conocían el ajuste aparentemente fino de las fuerzas que gobiernan el universo. Tengo la impresión de que a ustedes ya les eran familiares. Y ese mismo argumento, que quizás haya un número infinito de universos, manifestando un continuo de valores alternativos de las constantes fundamentales, fue lo que permitió a la generación anterior de científicos forhilnores rechazar la idea de un creador. Como dice usted, si todos los posibles valores existen en algún lugar, no tiene nada de extraño la existencia de un universo gobernado por un conjunto particular de valores que permiten la existencia de la vida.
»Pero resulta que no hay universos paralelos coexistiendo simultáneamente con éste; no puede haberlos. Los físicos de mi mundo han conseguido lo que los de ustedes buscan actualmente: una gran teoría de unificación, una teoría del todo. No pude encontrar demasiado sobre las creencias humanas sobre cosmología en la televisión y en la radio, pero si mantiene las creencias que acaba de manifestar, asumo que sus cosmólogos se encuentran ahora mismo en la fase en la que consideran un big bang inflacionario y caliente como el modelo más probable para el origen del universo. ¿Es correcto?
—Sí —dije.
Hollus se agitó.
—Los físicos forhilnores mantenían la misma creencia, de el a dependían muchas reputaciones, hasta el descubrimiento de la quinta interacción, la quinta fuerza fundamental; su descubrimiento estaba relacionado con el avance en la producción de energía que permitía acelerar naves espaciales hasta una fracción de la velocidad de la luz, a pesar del hecho relativista de que sus masas aumentaban inmensamente al acercarse a esa velocidad.
Hollus cambió el peso sobre sus seis pies, luego siguió hablando.
—El modelo de un big bang inflacionario y caliente exige un universo plano: uno que no sea abierto ni cerrado, uno que dure esencialmente una cantidad infinita de tiempo; sin embargo, permite los universos paralelos. Pero encajar la quinta fuerza requiere la modificación de esa teoría para preservar la simetría; de esa modificación surgió la teoría de gran unificación coherente, una teoría cuántica que incluye todas las fuerzas, incluso la gravedad. La teoría de gran unificación tiene tres importantes condiciones.
»Primero, que este universo no es plano, sino más bien cerrado: se inició efectivamente con una gran explosión y se expandirá durante miles de mil ones de años más; pero con el tiempo volverá a colapsar a la singularidad en un gran big crunch.
»Segundo, que este ciclo actual de creación no sigue a más de ocho oscilaciones previas de big bang/big crunch; no somos uno en una serie infinitamente larga de universos sino, más bien, uno de los pocos que han existido.
—¿En serio? —dije. Estaba acostumbrado a que la cosmología me presentase infinitos o valores que a todos los efectos lo eran. Ocho parecía un número insólito, y lo dije.
Hollus flexionó sus piernas por las articulaciones superiores.
—Me presentó al hombre l amado Chen, el astrónomo residente. Hable con él; probablemente le dirá que incluso su modelo de big bang inflacionario y caliente, que requiere un universo plano, permite un número muy limitado de oscilaciones anteriores, si se ha producido alguna. Sospecho que le resultará muy razonable descubrir que la iteración actual es sólo uno de entre un número muy pequeño de universos que han existido.
Hollus hizo una pausa, luego continuó:
—Y la tercera condición de la teoría de gran unificación es la siguiente: no existen universos paralelos simultáneamente con el nuestro o cualquiera de los anteriores o subsiguientes, excepto universos virtualmente idénticos con las mismas constantes fundamentales que se separan momentáneamente del actual y se reintegran casi de inmediato con él, explicando así ciertos fenómenos cuánticos.