Fred y George tuvieron que asegurarse de que nadie quisiera olvidarse de ellos tan rápido. Por una cosa, ellos no dejaron instrucciones específicas de cómo quitar el pantano que ahora llenó el pasillo en el quinto piso del ala del este. Se veía a Umbridge y Filch tratando de removerlo de diferentes formas pero eso sin éxito. Eventualmente, el área fue despejada y Filch, rechinaba sus dientes furiosamente, cuando le daba a los estudiantes por cruzar por ahí para llegar a sus ( salónes de clases) 682
aulas. Harry estaba seguro que los profesores como McGonagall o Flitwick habrían podido quitar el pantano en un instante pero, como en el caso de las explosiones-whiz y las de fuego-salvaje de Fred y George, ellos parecían preferir mirar la lucha de Umbridge.
Para entonces los dos agujeros grandes hechos por las escobas en la oficina de Umbrige, enseñaban los barridos limpios de Fred y George también roto de manera violenta para disfrutar su golpe maestro . Filch acomodó una puerta nueva y quitó la saeta de fuego de Harry a los Dungeon donde, se rumoró, que Umbridge había puesto un troll armado como seguridad para guardarla. Sin embargo, sus problemas no habían terminado.
Inspirados por el ejemplo Fred y de George, una gran cantidad de estudiantes ahora competían para las posiciones nuevamente vacantes del busca pleitos en-Jefe. A pesar de la puerta nueva, alguien ideó deslizar un Niffler melenudo-metiendo en la oficina de Umbridge, el cual prontamente rasgó parte del lugar en su búsqueda de los objetos brillantes, saltó sobre Umbridge y cuando ella incorporó el intentó roer los anillos de sus dedos rechonchos. Las bombas fétidas y las pelotillas del hedor fueron cayendo con tanta frecuencia en los pasillos que se convirtió en la nueva manera para que los estudiantes realizasen encantos de la Burbuja en la cabeza en sí mismos antes de dejar las lecciones, con lo cual ellos se aseguraron dé tener una fuente de de aire fresco, aunque les diera a ellos la apariencia de traer una pecera al revés del en sus cabezas.
Filch rondó los pasillos con un guante listo en sus manos, desesperado para coger a miscreants, pero el problema era que ahora había muchos de ellos así que él nunca sabía de qué lado voltear. El escuadrón Inquisitorial ¡procuraba ayudarle, pero las cosas disparadas entretuvieron a todos los miembros. Warrington del equipo de Slytherin Quidditch se reporto en el ala del hospital con una queja horrible ya que la piel le hacia verse como si estuviera cubierto con hojuelas de maíz; Pansy Parkinson, para 683
deleite de Hermione, faltó a todas sus lecciones el día siguiente pues a ella le habían brotado cornamentas.
Mientras tanto,¿ claro justo antes de regresar como muchos convertidores de snack boxees’? Fred y George habían vendido todo antes de dejar Hogwarts. Umbridge solo tuvo que entrar en su salón de clases para que la asamblea de estudiantes allí se desmayaran, vomitaran, desarrollaran fiebres o bien sangre por montones de ambas ventanas de la nariz. Chillando con rabia y frustración, ella intentaba descubrir de donde surgían los misteriosos síntomas, pero
los
estudiantes le dijeron
obstinadamente que ellos sufrían de “Umbridgetitis”. De igual manera pusieron 4 clases sucesivas en detención y fallaron en descubrir su secreto, se vio forzada a ir para arriba y permitir que siguieran sangrando, llorando, sudando y vomitando a los estudiantes siendo así la forma de manipular sus clases..
Pero de una manera sin igual los usuarios del snack boxees podrían competir con ese amo del caos, peeves, que parecía haber llevado las palabras de despedida de Fred profundamente en el corazón. Cacareando enojado, él se elevó a través de la escuela, volteando las tablas, estallando fuera de las pizarras, derribando las estatuas y los floreros; él encerró dos veces a la señora Norris dentro de un juego de armadura, de la cual el vigilante furioso. la rescataron, aullando en voz alta, Peeves rompiendo las linternas y husmeando fuera de las velas, jugando malabares hechos de antorchas ardientes sobre las cabezas de estudiantes de gritando, cuidadosamente causaba pilas de pergamino para derribarlas en fogatas o fuera de ventanas; inundó el segundo piso cuando él quitó todos las manijas en los cuartos de baño, tiró un bolso de tarántulas en el centro del gran Comedor durante el desayuno y, cuando él deseaba un descanso, gastadas horas flotando alrededor de Umbridge y después soplaban frambuesas ruidosas cada vez que ella hablaba.