-Dudley y yo estábamos en el callejón entre Magnholia Cresents y Wisteria Walk dijo Harry hablando rápido, luchando por controlar su temperamento ‘Dudley se quiso hacer el listo conmigo y yo empuñe la varita, pero no la usé, en eso los dementores nos rodearon’.
- ¿Pero que SON los dementoides? Pregunto tío Vernon furioso.
- ¿Que es lo que HACEN?
- ‘Te lo diré’, dijo Harry, ‘ellos te roban la felicidad, y si tienen oportunidad te besan’.
- ‘¿Te besan?’, dijo tio Vernon entornando sus ojos. ¿Besarte?
- ‘Así le llaman cuando sacan tu alma por la boca’.
Tía Petunia hizo una mueca como de un grito silencioso.
- ‘Su alma? Ellos no tomaron su – el todavía tiene su –‘
Ella tomo a Dudley por los hombros y lo sacudió como verificando si ella podía escuchar su alma resonando dentro.
- ‘Por supuesto ellos no absorbieron su alma, ustedes lo sabrían si lo hubieran hecho’- dijo Harry exasperado.
-Peleaste contra ellos, eh hijo- dijo tío Vernon, con la apariencia de un hombre que se esforzaba por llevara la conversación de regreso a un plano que pudiera entender. – ¿Les diste el viejo uno-dos, no?
-No le puedes dar a un Dementor el viejo uno-dos, dijo Harry entre dientes.
-¿Por qué Dudley esta bien entonces? -riño tio Vernon- ¿por que no esta vacío entonces?
-Porque use el Patronus –
WHOOSH con un repiqueteo, un zumbido de alas y una suave caída de polvo, una cuarta lechuza entro disparada de la chimenea.
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-POR EL AMOR DE DIOS- rugió tío Vernon, arrancándose grandes partes del bigote, algo que el no había hecho desde hacia mucho tiempo- NO TENDRE LECHUZAS AQUÍ, NO
TOLERARÉ ESTO, TE LO ADVIERTO.-
Pero Harry ya estaba desatando el pedazo de pergamino de la pata de la lechuza.
Estaba muy convencido de que la carta seria de Dumbledore, explicándolo todo –los dementores, la Señora Figg, porque el Ministerio había intervenido (asi lo entendi); como él, Dumbledore había arreglado todo- que por primera ver en su vida se sintio decepcionado al ver la letra de Sirius. Ignorando la regañina de tio Vernon acerca de las lechuzas y su mirada mezquina hacia la segunda nube de polvo que la ultima lechuza había desprendido de la chimenea, Harry leyó el mensaje de Sirius:
Arthur nos contó lo sucedido. No dejes la casa de nuevo. Hagas lo que hagas .
Harry encontró esto como una respuesta inadecuada a todo lo que había sucedido esa noche y dio la vuelta al pergamino, buscando el resto de la carta, pero no había nada más.
Y ahora su temperamento se agito de nuevo. No iba nadie a decirle ‘bien hecho’ por haber peleado con dos dementores él solo? Tanto el señor Weasley como Sirius estaban actuado como si pensaran que el se había comportado mal, y estaban ahorrando sus palabras hasta que pudieran asegurarse cuanto daño había sido hecho.
- un montón, quiero decir, una cuadrilla de lechuzas entrando y saliendo de mi casa. No lo aceptaré, chico, no lo haré –
- No puedo impedir que las lechuzas vengan- estalló Harry, arrugando la carta de Sirius en su puño.
- Quiero la verdad de lo sucedido esta noche- ladro tío Vernon- si fueron Demenderes los que hirieron a Dudley, ¿Como hiciste para repelerlos? Hiciste ya-sabes-que, ¡lo has admitido!
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Harry respiro profunda y pausadamente. Su cabeza empezaba a dolerle de nuevo. Lo único que quería era salir de la cocina y alejarse de los Dursley.
-Hice el encantamiento Patronus para ahuyentar a los dementores- dijo forzándose a si mismo a mantener la calma.- Es lo único que funciona contra ellos.
-Pero que estaban haciendo dementores en Little Whinging?-
dijo tío Vernon en tono injurioso.
-No podría decírlo- dijo Harry enfadado- No tengo idea.
Su cabeza estaba latiendo en la cicatriz con forma de rayos. Su enfado estaba menguando. Se sentía agotado, exhausto. Los Dursley estaban todos mirándolo fijo a él.
-Eres tu- dijo tío Vernon bruscamente- Eso tiene algo que ver contigo, niño, lo se. ¿Por qué otra cosa podrían estar ellos rondando por aquí? ¿Por que mas podrían estar ellos en ese callejón? ¡Tu eres el único… el único - evidentemente no podía pronunciar la palabra ‘mago’- el único ya-sabes-que en kilómetros!
-No se porque ellos estaban aquí.
Pero las palabras de tío Vernon volvieron a activar el exhausto cerebro de Harry. ¿Por qué los dementores habían venido a Little Whinging? ¿Cómo podría ser coincidencia que habían llegado al callejón donde estaba Harry? ¿Habían sido mandados? ¿Había perdido el Ministerio de Magia el control sobre los dementores?
¿Habían estos desertado de Azkaban y se habían unido a Voldemort, como Dumbledore supuso que harían?
- ¿Esos “Desmembradores” custodian una prisión de raros?