Читаем i 1c450796c56cc0b8 полностью

‘¡Oh no!’ masculló a Harry. Lo tres se voltearon para ver al Professor Slughorn, quien llevaba puesto un enorme sombrero peludo y un abrigo con un cuello que hacía juego con su cabellera, agarrando firmemente un bolso grande de piña cande, y ocupando al menos una cuarta parte de la tienda.

‘¡Harry, ya son tres de mis pequeñas cenas que usted se ha perdido hasta ahora!’ dijo Slughorn, hincándole genialmente en el pecho. ‘¡Eso no sirve, mi niño, quiero tenerte! ¿La Señorita Granger las ama, ¿verdad?’

‘Sí,’ dijo Hermione impotentemente, ‘son realmente –’

‘¿Así que por qué no viene usted, Harry?’ demandó Slughorn.

‘Pues bien, he tenido práctica de Quidditch, Profesor,’ dijo Harry, quien ciertamente había estado programando prácticas cada vez que Slughorn le había enviado una pequeña invitación, violeta y adornada en listón. Esta estrategia quiso decir que Ron no quedó fuera, y usualmente tuvo una carcajada con Ginny, imaginando a Hermione callada con McLaggen y Zabini.

‘¡Pues bien, ciertamente espero que usted se gane su primer partido después de todo el trabajo duro!’ dijo Slughorn.

‘Pero un poco de recreación nunca lastimó a nadie’. Ahora, qué tal el lunes por la noche, porque usted no querrá practicar con este clima ...’

‘No puedo, Profesor, tengo – er – una cita con el Profesor Dumbledore esa tarde.’

‘¡Desafortunado otra vez!’ lloró Slughorn dramáticamente. ‘Ah, pues bien ... ¡Usted no me puede evadir por siempre, Harry!’

Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software

This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details Y con un saludo, caminó con un bamboleo hacia afuera de la tienda, tomando poco aviso de la existencia de Ron, como si fuese un despliegue de Cucaracha Aglomera.

‘No puedo creer que te hayas zafado de otra,’ dijo Hermione, negando con la cabeza. ‘No están tan mal, sabes ...

Son muy divertidas algunas veces ...’ Pero entonces ella divisó la expresión de Ron. ‘¡Oh, mira– tienen plumas de azúcar de lujo – esas duran horas!’

Contento que Hermione cambió de tema, Harry demostró mucho más interés en las plumas extra grandes nuevas de azúcar de lo que normalmente les habría demostrado, pero Ron pareció seguir caprichoso y meramente se encogió de hombros cuando Hermione le preguntó a dónde querían ir después.

‘Vayamos a las Tres Escobas,’ dijo Harry. ‘Hará calor.’

Ataron en bultos sus bufandas de regreso sobre sus caras y dejaron la bombonería. El viento amargo fue como si cuchillos se clavasen en sus caras después del calor azucarado de Honeydukes. La calle no estaba muy ocupada.

El cuerpo se demoraba en moverse, justamente apresurándose hacia sus destinos. Las excepciones fueron dos hombres un poco más delante que ellos, casi llegando a las Tres Escobas. Uno era muy alto y delgado; Entrecerrando los ojos a través de su gafas lavadas por la lluvia, Harry reconoció al cantinero que había trabajado en la otra cantina de Hogsmeade: Cabeza de Puerco. Harry, Ron, y Hermione se quedaron en una mesa cercana, el cantinero cerró su capa más apretadamente alrededor de su cuello y se marchó dando media vuelta, dejando al hombre más corto hurgar nerviosamente algo en sus brazos. Pasaron solo unos momentos hasta que Harry se diera cuenta de quién era ese hombre.

‘¡Mundungus!’

El hombre agazapado, patizambo con pelo largo, disperso, del jengibre sobre el que se saltó y dejó caer una maleta antigua, lo cual abrió de golpe, soltando lo que se pareció al contenido entero de una ventana de la tienda de objetos usados.

‘Oh, hola, ' Arry,’ dijo Mundungus Fletcher, con una puñalada muy poco convincente en la vivacidad. ‘Bien, no me dejes conservar contigo’.

Y él empezó a escarbar entre la tierra a recuperar el contenido de su maleta con apariencia de un hombre que estaba ansioso para irse.

‘¿Está usted vendiendo estas cosas?’ preguntó Harry , observando a Mundungus agarrar un surtido de objetos de aspecto mugriento de la tierra.

‘Oh, bueno, tengo que ganarme la vida,’ dijo Mundungus. ‘¡dame eso!’

Ron se había encorvado hacia abajo y había recogido algo de plata.

‘Espérate,’ dijo Ron lentamente. ‘Esto se ve familiar –’

‘¡Gracias!’ dijo Mundungus, arrancando con fuerza la copa de la mano de Ron y metiéndola de vuelta a su maleta.

‘¡Pues bien, los veré a todos ustedes después _ OUCH!’

Harry había inmovilizado a Mundungus en contra de la pared de la cantina por la garganta. Sujetándole con fuerza con una mano, le arrancó su varita.

‘¡Harry!’ dijo Hermione.

‘Usted robo eso de la casa de Sirius,’ dijo Harry, quién estaba casi nariz a nariz, y podía olfatear en Mundungus su olor desagradable a tabaco y alcohol. ‘Esto tiene el sello de la familia Black encima.’

‘¿Yo – qué – no?’ balbuceó Mundungus, quien poco a poco se estaba poniendo morado.

‘¿Qué hizo usted, regresó la noche en que murió y limpió el lugar?’ dijo Harry enfadado.

‘Yo – no –’

‘¡Démelo!’

‘¡Harry, no deberías!’ gritó Hermione cuando Mundungus comenzó a ponerse azul.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Вперед в прошлое 2 (СИ)
Вперед в прошлое 2 (СИ)

  Мир накрылся ядерным взрывом, и я вместе с ним. По идее я должен был погибнуть, но вдруг очнулся… Где? Темно перед глазами! Не видно ничего. Оп – видно! Я в собственном теле. Мне снова четырнадцать, на дворе начало девяностых. В холодильнике – маргарин «рама» и суп из сизых макарон, в телевизоре – «Санта-Барбара», сестра собирается ступить на скользкую дорожку, мать выгнали с работы за свой счет, а отец, который теперь младше меня-настоящего на восемь лет, завел другую семью. Казалось бы, тебе известны ключевые повороты истории – действуй! Развивайся! Ага, как бы не так! Попробуй что-то сделать, когда даже паспорта нет и никто не воспринимает тебя всерьез! А еще выяснилось, что в меняющейся реальности образуются пустоты, которые заполняются совсем не так, как мне хочется.

Денис Ратманов

Фантастика / Фантастика для детей / Самиздат, сетевая литература / Альтернативная история / Попаданцы