Los otros dos cabecearon; no había sido un viaje divertido y el tiempo se ponía cada vez peor. Fijaron de nuevo sus capas firmemente alrededor de ellos, se pusieron sus bufandas, sus guantes, Katie Bell y una amiga estaban fuera del bar en la calle principal. Los pensamientos de Harry se perdieron en Ginny mientras que caminaron penosamente por el camino a Hogwarts a través del aguanieve congelada. No había estado con él, indudablemente, pensó Harry, porque ella y Dean estarían en la acogedora tienda de Té de la señora Puddifoot, que era el lugar donde todos los enamorados iban. Frunció el ceño, inclinó su cabeza contra el aguanieve que se arrremolinaba y caminó penosamente enfurecido. Poco rato antes de que Harry oyera que las voces de Katie Bell y su amiga, que eran llevadas por el viento, habían empezado a ser más chillonas y más ruidas, cerró los ojos casi por completo y vio dos figuras. Eran dos muchachas que tenían una discusión sobre algo de Katie, y sostenía en su mano. ‘¡No es nada tuyo, Leanne!’ Harry oyó la opinión de Katie. Doblaron una esquina del camino, el caer del aguanieve era cada vez más grueso y rápido, cayendo sobre las gafas de Harry. Mientras levantaba su mano con el guante puesto para limpiarlos, Leanne arrebató el paquete que Katie sostenía; Katie tiró de ella por detrás y el paquete cayó a la tierra. Inmediatamente, Katie se levantó en el aire, no como Ron había hecho, suspendido cómicamente por el tobillo, pero fue agracioso, ella extendió los brazos, como si estubiera a punto de volar pero, había algo misterioso ... Su pelo fue azotado por el viento, pero sus ojos estaban cerrados y su cara estaba vacía de expresión. Harry, Ron, Hermione, y Leanne se habían dado cuenta. Entonces, apareció algo de seis pies en la tierra, Katie dejó escapar un grito terrible. Sus ojos se habían abierto pero lo que ella podía ver, o lo que ella sentía, claramente le causaba un pánico terrible. Gritó y gritó; Leanne comenzó a gritar también y agarró los tobillos de Katie, intentando tirar de ella de nuevo al suelo. Harry, Ron, y Hermione corrieron para ayudarlas, cogieron las piernas de Katie, y ella se cayó encima de ellos; Harry y Ron la cogieron pero ella retocedió tanto que apenas podían mantenerla. La sentaron en el suelo donde se había golpeado y Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software
This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details gritó, al parecer incapaz de reconocer a ninguno de los que estaba allí. Harry miraba alrededor; el paisaje parecía abandonado. ‘¡Permanece aquí!’ gritó, al escuchar otros gritos que traía el viento. ’¡Voy a buscar ayuda!’ Harry comenzó a correr hacia la escuela; él nunca había visto a una persona comportarse como Katie se había comportado y no podía entender qué lo había causado; Se precipitó a doblar una curva del camino y chocó con lo que parecía ser unas enormes piernas traseras. ‘¡Hagrid!’ jadeó.
‘¡Harry!’ dijo Hagrid, que tenía aguanieve en sus cejas y barba, y llevaba su capa grande y su peludo abrigo de castor. ‘Estaba visitando a Grawp,' no lo está pasando bien,' dijo Hagrid.
‘Alguien ha sido lastimado, o hechizado, o algo por allí,’ dijo Harry.
’¿Qué?’ dijo Hagrid, agachándose para oír lo que decía Harry, el viento seguóa golpeando con rabiaba. ‘¡Alguien hechizado!’ dijo a Harry a Hagrid a gritos:
’¿Hechizado? ¿Quién está hechizado? ¿No será Ron? ¿Hermione?’
‘No, no son ellos, es Katie Bell - se comporta de manera rara. Juntos fueron en camino. No tardaron mucho en encontrar al pequeño grupo de gente alrededor de Katie, que estaba todavía apareciendo y gritando en la tierra; Ron, Hermione, y Leanne eran los únicos que intentaban a la tranquilizarla.
‘¡Agárrala por detrás!’ gritó Hagrid. ‘¡Leanne la vio!
‘¡Algo le está pasando!’ susurró Leanne. ‘No sé qué --’ Hagrid miró fijamente a Katie por una fracción de segundo, después sin decir ni una palabra, se agachó, para cogerla de sus brazos, y empezó a caminar hacia el castillo con ella a cuestas. Dentro de segundos, los gritos de Katie habían desaparecido a lo lejos y el único sonido era el rugido del viento. Hermione se apresuró a abrazar a la amiga de Katie que se lamentaba, y puso un brazo alrededor de ella.
‘¿Eres Leanne, no?’ La muchacha cabeceaba.
‘Suecedió de improvisto, ¿o ...?’
‘Fue cuando ese paquete se rasgó,’ sozolló Leanne mirando el paquete en el que se veía un papel marrón por el barro de la tierra, que se había partido revelando un brillo verdoso. Ron agachado, estiró su mano, pero Harry agarró su brazo y tiró de él.
‘¡No lo toques!’ Harry se agachó. Vio un collar adornado en ópalo fuera del papel. ‘He visto esto antes,’ dijo Harry, mirando fíjamente el collar. ‘Estaba en el mostrador de Borgin y Burkes hace algunos años. La etiqueta decía que había sido maldecido. Katie debe haberlo tocado.’
Harry miraba a Leanne, que había comenzado a sacudirse incontrolablemente. ‘¿Cómo consiguió Katie esto?’