‘hogar.’ Sin embargo, él ha estado aquí miserablemente, no muy bienvenido, tratado de mala gana, ustedes, al menos, de mala gana, le dieron una habitación. Esta magia cesará de operar en el momento en que Harry tenga diecisiete; en otras palabras, antes del momento en que sea su cumpleaños diecisiete, se asegurará que la protección continúe hasta ese momento.’
Ninguno de los Dursleys dijo nada. Dudley apenas frunció el entrecejo, como si estuviese todavía tratando de calcular cuándo había sido maltratado. Tío Vernon miró como si tuviese metido algo en su garganta; Tía Petunia, sin embargo, estaba raramente ruborizada.
’Bien, Harry ... hora de irnos,’ dijo Dumbledore al fin, parándose y acomodando su larga capa. ‘Hasta la próxima,’
dijo a los Dursleys, quienes miraron como si el momento tomaría tanto tiempo que les preocupase, y luego de hacer una reverencia con su sombrero, se retiró de la sala.
’Adios,’ dijo Harry precipitadamente a los Dursleys, y siguió a Dumbledore, quien se pausó frente al baúl de Harry, en cuya tapa yacía la jaula con Hedwig sentada.
’No queremos incumbir con esto,’ dijo él, sacando su varita nuevamente. ‘Lo enviaré a la Madriguera para que nos espere allí. Sin embargo, me gustaría que lleves tu Capa de Invisibilidad ... por si a caso.’
Harry sacó su capa del baúl con alguna dificultad, tratando de no mostrar a Dumbledore el desorden en su interior.
Cuando ya la puso dentro de uno de sus bolsillos de su campera, Dumbledore agitó su varita y el baúl, la jaula y Hedwig desaparecieron. Dumbledore volvió a agitar su varita, y la puerta principal reveló una oscuridad calma y neblinosa.
’Y ahora, Harry, salgamos a la noche y prosigamos con la inconstante aventura.’
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A pesar del hecho de que había pasado cada momento los días pasados esperando desesperadamente que Dumbledore de verdad fuera a buscarlo, Harry se sintió claramente torpe como un niño de once años.
Él nunca antes había tenido una conversación apropiada con el director fuera de Hogwarts; por lo general había un escritorio entre ellos. El último recuerdo de un encuentro cara a cara lleva también la imprudencia mantenida, y esto más bien aumentó en Harry el sentimiento de vergüenza; había gritado mucho en esa ocasión para no mencionar que hizo todo lo posible por romper varios de los bienes más estimados de Dumbledore. Dumbledore, sin embargo, pareció completamente relajado.
’Mantén lista tu varita, Harry,’ dijo él intensamente.
‘¿Pero pensé que no me permiten usar magia fuera de la escuela, señor?’
‘Si hay un ataque,’ dijo Dumbledore, ‘te doy el permiso de usar cualquier contrahechizo o maldición que podría ocurrirse. Sin embargo, no pienso que tengas que preocuparte por un ataque esta noche.’
‘¿Por qué no, señor?’
‘ Estas conmigo,’ dijo Dumbledore simplemente.’ Esto harás, Harry.’
Dio un alto abrupto al final de Privet Drive ...
‘Tu, desde luego, no has pasado la Prueba de Aparición,’ dijo él.
‘No’ dijo Harry. ‘¿Pensé que tenía que tener diecisiete?’
‘Claro’ dijo Dumbledore.’ Entonces tendrás que agarrarte de mi brazo muy fuerte. Mi izquierdo, si no te importa —
como has notado, mi brazo derecho esta un poco frágil en este momento.’
Harry agarró el antebrazo ofrecido de Dumbledore.
‘Muy bien,’ dijo Dumbledore.’ Bien, aquí vamos.’
Harry sintió la torcedura del brazo de Dumbledore lejos de él y redobló su apretón; la siguiente cosa que sintió fue que estaba todo negro; estaba siendo presionado con mucha fuerza desde todas las direcciones; no podía respirar, era como cintas de hierro se apretaran alrededor de su pecho; sus globos oculares estaban siendo retorcidos en su cabeza; sus tímpanos empujados en lo más profundo en su cráneo y luego …
Tragó una gran bocanada de aire frío de la noche y abrió los ojos. Sintió como si sólo lo hubieran forzado por un tubo de goma muy apretado. Esto fue unos segundos antes de que comprendiera que Privet Drive había desaparecido. Él y Dumbledore ahora estaban de pie en lo que parecía ser una plaza de pueblo desierto, en el centro de cual había un viejo memorial de guerra y unos bancos. La comprensión alcanzó sus sentidos, Harry se dio cuenta de que realizó la Aparición por primera vez en su vida.
‘¿Estás bien?’ preguntó Dumbledore, mirándolo solícitamente.’ Lleva un tiempo acostumbrarse a la sensación ...’
‘Estoy bien,’ dijo Harry, frotando sus oídos, que sintieron como si hubieran dejado Privet Drive más bien de mala gana. ’Pero creo que prefiero las escobas ...’
Dumbledore rió, soltó su capa de viaje ligeramente de alrededor de su cuello, y dijo, ’Por este camino.’
Salió en un paso enérgico, por delante de una posada vacía y unas casas. Según un reloj sobre una Iglesia cercana, era casi la medianoche.
‘Entonces, Harry, dime,’ dijo Dumbledore. ’Tu cicatriz … ¿ha estado doliéndote?’