Читаем El coronel no tiene quien le escriba полностью

El coronel levantó la vista. Vio al alcalde en el balcón del cuartel en una actitud discursiva. Estaba en calzoncillos y franela, hinchada la mejilla sin afeitar. Los músicos suspendieron la marcha fúnebre. Un momento después el coronel reconoció la voz del padre Angel conversando a gritos con el alcalde. Descifró el diálogo a través de la crepitación de la lluvia sobre los paraguas.

-¿Entonces? - preguntó don Sabas.

-Entonces nada - respondió el coronel-. Que el entierro no puede pasar frente al cuartel de la policía.

-Se me había olvidado - exclamó don Sabas-. Siempre se me olvida que estamos en estado de sitio. -Pero esto no es una insurrección - dijo el coronel -. Es un pobre músico muerto.

El cortejo cambió de sentido (кортеж поменял направление). En los barrios bajos las mujeres lo vieron pasar (в низких кварталах женщины наблюдали, как он проходит) mordiéndose las uñas en silencio (кусая ногти в молчании). Pero después salieron al medio de la calle (но потом вышли на середину улицы) y lanzaron gritos de alabanzas, de gratitud y despedida (и издавали: «бросали» крики хвалы, благодарности и прощания), como si creyeran que el muerto las escuchaba dentro del ataúd (как будто верили, что мертвый их слушает внутри гроба). El coronel se sintió mal en el cementerio (полковник почувствовал себя плохо на кладбище). Cuando don Sabas lo empujó hacia la pared (когда Дон Сабас его толкнул в сторону стены) para dar paso a los hombres que transportaban al muerto (чтобы дать проход людям = пропустить людей, которые переносили мертвого), volvió su cara sonriente hacia él (повернул свое лицо улыбающееся к нему), pero se encontró con un rostro duro (но встретился с твердым = неподвижным, суровым лицом). -Qué le pasa, compadre - preguntó (что с вами происходит, дружище - спросил). El coronel suspiró (вздохнул).

-Es octubre (октябрь), compadre.

Regresaron por la misma calle (возвращались по той же улице). Había escampado (просветлело). El cielo se hizo profundo, de un azul intenso (небо сделалось глубоким, сильно синим). «Ya no llueve más», pensó el coronel (уже не дождит больше - подумал), y se sintió mejor (и почувстовал себя лучше), pero continuó absorto (но продолжал [быть] отсутствующим). Don Sabas lo interrumpió (его прервал).

-Compadre, hágase ver del médico (обратись к врачу: «дай себя осмотреть врачом»).

-No estoy enfermo (не болен) - dijo el coronel -. Lo que pasa es que en octubre siento (то, что происходит, это то, что в октябре чувствую) como si tuviera animales en las tripas (как будто имею животных в кишках).

«Ah», hizo (сделал) don Sabas. Y se despidió en la puerta de su casa (и попрощался у двери своего дома), un edificio nuevo, de dos pisos (дом новый, с двумя этажами), con ventanas de hierro forjado (с окнами из кованного железа). El coronel se dirigió a la suya (направился к своей) desesperado por abandonar el traje de ceremonias (отчаянно [стремясь] оставить = снять с себя костюм церемоний = траурный). Volvió a salir un momento después (вышел минутой позже) a comprar en la tienda de la esquina un tarro de café (чтобы купить в магазине на углу банку кофе) y media libra de maíz para el gallo (и полфунта маиса для петуха).

El cortejo cambió de sentido. En los barrios bajos las mujeres lo vieron pasar mordiéndose las uñas en silencio. Pero después salieron al medio de la calle y lanzaron gritos de alabanzas, de gratitud y despedida, como si creyeran que el muerto las escuchaba dentro del ataúd. El coronel se sintió mal en el cementerio. Cuando don Sabas lo empujó hacia la pared para dar paso a los hombres que transportaban al muerto, volvió su cara sonriente hacia él, pero se encontró con un rostro duro.

-Qué le pasa, compadre - preguntó.

El coronel suspiró.

-Es octubre, compadre.

Regresaron por la misma calle. Había escampado. El cielo se hizo profundo, de un azul intenso. «Ya no llueve más», pensó el coronel, y se sintió mejor, pero continuó absorto. Don Sabas lo interrumpió.

-Compadre, hágase ver del médico.

-No estoy enfermo - dijo el coronel -. Lo que pasa es que en octubre siento como si tuviera animales en las tripas.

«Ah», hizo don Sabas. Y se despidió en la puerta de su casa, un edificio nuevo, de dos pisos, con ventanas de hierro forjado. El coronel se dirigió a la suya desesperado por abandonar el traje de ceremonias. Volvió a salir un momento después a comprar en la tienda de la esquina un tarro de café y media libra de maíz para el gallo.

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