El viaje a casa en el Expreso de Hogwarts del próximo día era importante de varias maneras. En primer lugar, Malfoy, Crabbe y 864
Goyle, quienes habían estado esperando toda la semana para poder pegarle sin ningún profesor de testigo, intentaron emboscar a Harry a medio camino atrás en el tren cuando él hizo salió para dirigirse al baño el baño. El ataque hubiera tenido efecto
sino
hubiese
sido
por
el
hecho
que
ellos
inconscientemente escogieron lanzar el ataque fuera del compartimiento de los miembros de DA, vieron que estaba pasando a través del vidrio y se levantaron para ayudar a Harry.
Cuando Ernie Macmillan, Hannah Abbott, Susan Bones, Justin Finch-Fletchley, Anthony Goldstein and Terry Boot, habían terminado de lanzar la gran variedad de hechizos y maldiciones , que Harry les había enseñado, Malfoy, Crabbe y Goyle se parecían a nada mas que tres animales lentos, apretados en el uniforme así Harry, Ernie y Justin los dejaron en los estantes para el equipaje para que escurran.
‘Debo decir, que espero ver la cara de la madre de Malfoy cuando el baje del tren,’ dijo Ernie con satisfacción, cuando Malfoy se retorcía encima de él. Ernie nunca supero la indignidad de Malfoy cuando le sacaban puntos a Hufflepuff durante su breve hechizo como miembro de la Escuadra Inquisitorial.
‘La madre de Goyle va a estar encantada,’ dijo Ron, que había venido a investigar la fuente del alborotamiento. ‘Él carga con una imagen mejor ahora... de cualquier forma, Harry, el carro de comida ha parado si tu quieres algo...’
Harry les agradeció y fue con Ron a su compartimiento, donde compraron una gran pila de torta con forma de caldero y pastel de calabaza. Hermione estaba leyendo el Profeta Diario otra vez, Ginny estaba haciendo un cuestionario en El Sofista y Neville estaba acariciando su Mimbulus mimbletonia, que ha crecido un gran trato durante el año y ahora haciendo extraños ruidos cuando se lo tocaba.
Harry y Ron pasaron el tiempo jugando al ajedrez mágico mientras que Hermione leía en voz alta recortes del Profeta.
Estaba lleno de artículos de cómo repeler a los Dementores, 865
intentos del Ministerio para localizar a los Mortifagos y cartas histéricas reclamando que los escritores habían visto a Lord Voldemort caminando mas allá de su casa cada mañana...
‘Realmente no han comenzado todavía,’ suspiro Hermione tenebrosamente, doblando el periódico otra vez. ‘Pero no van a tardar.’
‘Hey, Harry,’ dijo Ron despacio, cabeceando hacia la ventana delante del corredor.
Harry miro alrededor. Cho estaba pasando, acompañada de Marietta Edgecombe, que estaba vistiendo una balaclava . Sus ojos y los de Cho se encontraron por un momento. Cho se sonrojo y siguió caminando. Harry volvió a mirar el tablero de ajedrez a tiempo de ver como uno de sus peones era sacado de su cuadrado por el caballero de Ron.
‘Que — er — pasa entre vos y ella?’ Pregunto Ron tranquilamente.
‘Nada,’ dijo Harry con sinceridad.
‘Yo — er — escuche que estaba saliendo con alguien más,’ dijo Hermione tentativamente.
Harry se sorprendió que esta noticia no le hiriera en absoluto.
Cho parecía pertenecer a un pasado no muy lejano pero que ya no se relacionaba con él ; tanto que él había querido antes de la muerte de Sirius en esos días se sentía de esa manera... la semana que había transcurrido desde la ultima vez que vio a Sirius parecía haber durado mucho, se expandió por dos universos, uno con Sirius, y el otro sin él.
‘Vos estas bien fuera de eso, jaque,’ dijo Ron enérgicamente.
‘Quiero decir, ella es muy linda y todo eso, pero tu quieres a alguien un poco mas alegre.’
‘Probablemente ella sea bastante mas alegre con algún otro,’ dijo Harry encogiéndose de hombros.
‘Con quien esta ella ahora?’ le pregunto Ron a Hermione, pero respondió Ginny.
‘Michael Corner,’ dijo ella.
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‘Michael — pero — ’ dijo Ron, estirando el cuello para decirle a ella, ‘pero vos estabas saliendo con él!’
‘No más,’ dijo Ginny resueltamente. ‘No le gustaba que Gryffindor alentaba a Ravenclaw en el Quidditch, y se puso muy malhumorado, cuando yo lo abandone se fue a confrontar a Cho.’
Se rasco distraídamente la nariz con el extremo de su pluma, se volvió al Sofista dado vuelta y comenzó a marcar sus respuestas.
Ron parecía muy contento.
‘Bien, yo siempre pense que era un poco idiota,’ dijo el, dándole un golpecito a su reina enviándola hacia la torre tambaleante de Harry. ‘Mejor para vos. Escoge a alguien — mejor — la próxima vez.’
Le echo a Harry una mirada raramente furtiva y dijo.
‘Bien, yo elegí a Dean Thomas, vos decís que es bueno?’
Pregunto Ginny vagamente.