“Pero Bill vio como le alcanzaba la maldición asesina.” dijo Harry.
“S´ı, pero Bill también estaba siendo atacado” dijo Ron. “¿Cómo puede estar seguro de lo que vio?”
“Incluso si la maldición asesina falló, Ojoloco se cayó desde unos trescientos metros”
dijo Hermione, ahora sujetando Equipos de quidditch de Gran Breta˜na e Irlanda en la mano.
“Podr´ıa haber usado un Encantamiento Escudo?”
“Fleur dijo que la varita salió volando de su mano” dijo Harry.
“Bueno, de acuerdo, si queréis que esté muerto?” dijo Ron malhumoradamente, golpeando la almohada para darle una forma más cómoda.
“¡Por supuesto que no queremos que esté muerto!” dijo Hermione, mirándolo conmo-cionada. “¡Es terrible que esté muerto! ¡Pero estamos siendo realistas!”
Por primera vez, Harry se imaginó el cuerpo de Ojoloco, roto como hab´ıa estado el de Dumbledore, pero con ese ojo todav´ıa girando en su cuenca. Sintió una punzada de repulsión mezclada con un insólito deseo de re´ır.
“Probablemente los mort´ıfagos no dejan restos detrás, por eso nadie lo ha encontrado”
dijo Ron sabiadamente.
“S´ı” dijo Harry. “Como Barty Crouch, convertido en un hueso y enterrado en el jard´ın delantero de Hagrid. Probablemente transfiguraron a Moody y lo metieron?”
“¡No!” chilló Hermione. Sobresaltado, Harry la miró a tiempo para verla echarse a llorar sobre su copia del Silabario del Hechicero.
“Oh, no” dijo Harry, luchando por levantarse de la vieja cama plegable. “Hermione, no ten´ıa intención de disgustarte”
Pero con un gran crujido de los muelles oxidados de la cama, Ron saltó de ella y llegó all´ı primero. Con un brazo alrededor de los hombros de Hermione, rebuscó en los bolsillos de sus vaqueros y sacó un pa˜nuelo de aspecto repugnante que hab´ıa usado antes para limpiar el horno. Sacando la varita con rapidez, apuntó al trapo y dijo: “Fregotego”.
La varita absorbió la mayor parte de la grasa. Con aspecto de estar bastante satisfecho CAPÍTULO 6. EL FANTASMA EN PIJAMA
55
consigo mismo, Ron le pasó el pa˜nuelo que humeaba ligeramente a Hermione.
“Oh? gracias, Ron? lo siento?” se sonó la nariz e hipó. “Es que es tan h-horrible,
¿verdad? J-justo después de que Dumbledore? es s-solo que n-nunca imaginé que Ojoloco morir´ıa, ¡en cierta forma, parec´ıa tan duro!”
“S´ı, lo sé” dijo Ron, dándole un apretón. “¿Pero sabes lo él que nos dir´ıa si estuviese aqu´ı?”
“A-Alerta permanente,” dijo Hermione, secándose los ojos.
“Eso es” dijo Ron, asintiendo. “Nos dir´ıa que aprendiésemos de lo que le ocurrió a él.
Y lo que yo he aprendido es a no confiar en ese cobarde asqueroso de Mundungus.”
Hermione dejó escapar una risa temblorosa y se inclinó para coger dos libros más. Un segundo después, Ron hab´ıa apartado el brazo que ten´ıa alrededor de sus hombros; ella hab´ıa dejado caer El Monstruoso Libro de los Monstruos sobre su pie. El libro se hab´ıa liberado del cinturón que lo conten´ıa y mord´ıa el tobillo de Ron con fiereza.
“¡Lo siento, lo siento!” gritó Hermione mientras Harry sacaba el libro de la pierna de Ron y lo volv´ıa a atar.
“A todo esto, ¿qué estás haciendo con todos esos libros?” preguntó Ron, dirigiéndose cojeando hacia su cama.
“Sólo estoy intentando decidir cuales nos llevaremos” dijo Hermione. “Cuando vayamos a buscar los Horrocruxes.”
“Oh, claro” dijo Ron, llevándose una mano a la frente. “Me olvidé de que ibamos a perseguir a Voldemort en una biblioteca móvil.”
“Ja, ja” dijo Hermione, bajando la mirada al Silabario del Hechicero. “Me pregunto?
¿necesitaremos traducir runas? Es posible?creo que lo mejor será llevarlo, por si acaso.”
Dejó caer el silabario en la pila más grande y cogió Historia de Hogwarts.
“Escuchad” dijo Harry.
Se hab´ıa sentado derecho. Ron y Hermione lo miraron con una mezcla a partes iguales de resignación y desaf´ıo.
“Sé que después del funeral de Dumbledore dijisteis que quer´ıais venir conmigo” empezó Harry.
“Ya empezamos” le dijo Ron a Hermione, poniendo los ojos en blanco.
“Como sab´ıamos que har´ıa” suspiró ella, volviendo a los libros. “Sabes, creo que llevaré Historia de Hogwarts. Incluso si no volvemos all´ı, no creo que me sintiera bien si no lo llevase con?”
“¡Escuchad!” dijo Harry otra vez.
“No, Harry, escucha tú.” dijo Hermione. “Vamos a ir contigo. Eso se decidió hace meses? a˜nos en realidad.”
“Pero?”
“Cállate” le aconsejó Ron.
“...¿estáis seguros de haberlo pensado bien?” insistió Harry.
“Veamos” dijo Hermione, lanzando con fuerza Viaje con los trolls en la pila de desechados con una mirada bastante feroz. “Llevo varios d´ıas haciendo el equipaje para que podamos marcharnos en cualquier momento, lo que para tu información ha incluido hacer CAPÍTULO 6. EL FANTASMA EN PIJAMA
56
magia bastante complicada, por no mencionar meter de contrabando todas las reservas de Poción Multijugos de Ojoloco bajo la nariz de la madre de Ron.”