El había esperado mas murmullos, pero el silencio que se sintió parecía ser de alguna manera mucho mas denso que antes.
‘¿Dementores?’, dijo Madame Bones después de un momento, su cejas levantadas hasta el monóculo parecían en peligro de desprenderse, ‘¿Qué quieres decir chico?’.
‘Quiero decir que habían 2 dementores en esa calle, que venían por mi y por mi primo!’
‘Ah,’ dijo Fudge con una sonrisa boba e incomplaciente mientras miraba alrededor del Wizengamot, así como invitándolos a compartir la broma ‘Si, si, yo pensé que íbamos a escuchar algo como esto’.
‘¿Dementores en Little Whinging?’, dijo madame Bones, un tono de sorpresa, ‘Yo no entiendo’.
‘¿No entiendes Amelia?’, dijo Fudge todavía riendo, ’dejame explicarte. El ha estado pensando en el asunto, y decidió que los dementores harían una buena pequeña cuartada, muy buena en efecto, los Muggles no pueden ver a los dementores, ¿pueden ellos muchacho?,, Es muy conveniente, muy conveniente.... ósea que es solo tu palabra, sin testigos...’
‘No estoy mintiendo!’, dijo Harry en voz muy alta, sobre otro momento de murmullos en la corte, ‘Habían dos de ellos, 154
viniendo de el lado opuesto de la calle, todo se puso negro y frió, y mi primo los sintió y fue por ellos-’
‘Basta, suficiente’, dijo Fudge, con un aspecto muy altanero, ’siento interrumpir lo que estoy seguro hubiera sido una muy buena historia ensayada -’.
Dumbledore se aclaro la garganta. El Wizengamot se sintió en silencio otra vez.
‘Nosotros, de hecho, tenemos un testigo de la presencia de dementores en esa calle’, dijo ‘otro que no es Dudley Dursley quiero decir.’
La cara rechoncha de Fudge parecía aflojarse, como si alguien hubiera dejado escapar el aire de ella. Miro a Dumbledore por un momento, luego con la apariencia de alguien enderezándose dijo, ’No tenemos tiempo para seguir escuchando estupideces, lo siento Dumbledore, pero quiero que esto acabe lo mas rapido posible’.
‘Tal vez este equivicado,’ dijo Dumbledore cortésmente, ’pero yo estoy seguro que según la carta de derechos del Wizengamot, el acusado tiene derecho de presentar testigos para su caso, ¿No es esa una política del departamento de ley mágica Madame Bones?’ prosiguió dirigiéndose a la bruja con el monóculo.
‘Cierto,’ dijo Madame Bones, ’ totalmente cierto’.
‘Esta bien, esta bien’ , dijo Fudge de manera brusca. ‘¿En donde esta la persona?’ .
‘La traje conmigo,’ dijo Dumbledore. ‘Ella esta justo afuera de la puerta, ¿puedo yo..-?‘.
`No – Weasley, ve tu,’ grito Fudge a Percy, quien se levanto enseguida, bajo corriendo los escalones de piedra del bacón de los jueces, y paso apuradamente por donde estaban Dumbledore y harry sin mirarlos.
Un momento mas tarde, Percy regresaba, seguido de la señora Figg, ella lucia asustada y mas chiflada que nunca. Harry deseo que ella hubiese pensado en cambiarse sus viejas zapatillas.
Dumbledore se levanto, dándole su asiento a la Señora Figg, haciendo aparecer una segunda silla para el.
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‘¿Nombre Completo? Dijo Fudge en tono alto, cuando la señora Figg. se había posado nerviosamente en el borde del asiento.
‘Arabella Doren Figg,’ dijo la señora Figg con su voz temblorosa.
`¿Y quien exactamente eres tu?’ dijo Fudge con una voz aburrida.
‘ Yo soy residente de Little Whinging, cerca de donde vive Harry Potter,’ dijo la señora Figgs.
‘No tenemos ningún registro de otro mago que viva en Little Whinging que no sea Harry Potter ´’, dijo madame Bones ,‘esa situación a sido monitoreada de muy cerca, dados....dados los pasados eventos’.
‘Soy un Squib,’ dijo la señora Figg, ‘así que no me deben tener en sus registros, ¿o si?’.
‘¿Una Squib?,’ dijo Fudge mirándola fijamente. ‘ Bueno chequearemos eso, deja los datos de tus parientes con mi asistente Weasley. ¿Incidentalmente pueden los Squibs ver a los dementores?’ , agrego mirando de derecha a izquierda a lo largo del banco.
‘Si, Si podemos,’ dijo la señora Figg indignada.
Fudge la miro de nuevo, con las cejas levantadas. ‘Muy bien,’
dijo ‘Cuéntanos tu historia .’
‘ Yo había salido a comprar comida de gatos a la tienda de la esquina, al final del camino Wistiria, aproximadamente a las nueve en punto, en la noche del dos de agosto,’ hablo apresuradamente la señora Figg, así como si hubiese aprendido lo que estaba diciendo de memoria , ’Cuando escuche disturbios en la calle, entre la calle Magnolia y el camino Wisteria, vi a dementores corriendo-‘
‘¿Corriendo?,’
dijo
madame
Bones
rápidamente.
‘Los
dementores no corren, ellos de deslizan.’
‘Eso fue lo que quise decir,’ dijo apresuradamente la señora Figg, a quien le aparecían dos parches de color rosado en la mejillas,
‘deslizándose a través de la calle avanzando hacia lo que lucia como dos muchachos.’