‘Sus defensas,’ dijo Snape, un poco más fuerte, ‘por consiguiente, deben ser tan flexibles e inventivas como las artes que tratan de combatir. Estos cuadros – indicó a algunos mientras caminaba- ‘dan una justa representación de qué le ocurre a los que sufren, por ejemplo, la maldición Cruciatus’ – movió la mano hacia una bruja que claramente gritaba de sufrimiento – ‘el Beso del Dementor’ – un mago yacía acurrucado, con los ojos blancos, hundido contra una muralla – ‘o provoquen la agresión de los Inferius’ – una sangrienta masa bajo la tierra.
’¿Se ha visto un Inferius, entonces?’ dijo Parvati Patil en una voz aguda. ‘¿Es definitivo, él los está usando?’
‘El Señor Oscuro ha usado Inferius en el pasado,’ dijo Snape, ‘lo que quiere decir que sería sensato asumir que él los podría volver a usar. Ahora ...’
Siguió caminando del otro lado del aula hacia su escritorio, y otra vez, observaron mientras caminaba, sus oscuras túnicas ondeando detrás de él.
‘... Ustedes son, creo, completamente neófitos en el uso de hechizos no verbales. ¿Cuál es la ventaja es de un hechizo Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software
This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details no verbal?’
La mano de Hermione se disparó hacia el aire. Snape se tomó su tiempo volviéndose a mirar a todos los demás, asegurándose de no tener ninguna opción, antes de decir concisamente, ‘Bien - ¿Señorita Granger?’
‘Su adversario no puede precaver la clase de magia que usted está a punto de realizar,’ dijo Hermione, ‘lo que le da una ventaja de fracción de segundo.’
‘Una respuesta copiada casi palabra por palabra del Libro Estándar de Hechizos, Sexto Grado,’ dijo Snape despectivamente (en la esquina, Malfoy rió disimuladamente), ‘... pero correcta en las cosas esenciales. Sí, los que progresan en usar magia sin gritar encantamientos ganan un elemento de sorpresa en sus hechizos. No todos los magos pueden hacer esto, por supuesto; es cuestión de concentración y de poder mental, de los que algunos ...’ - su mirada permaneció fija maliciosamente en Harry una vez más - ‘carecen.’
Harry sabía que Snape pensaba en sus desastrosas lecciones de Oclumancia del año anterior. Él se rehusó a dejar de mirarlo fijamente, pero siguió observando furiosamente a Snape hasta que éste apartase la mirada.
‘Ahora se dividirán,’ siguió Snape, ‘en pares. Un compañero intentará un hechizo contra el otro, sin hablar. El otro tratará de repeler el hechizo, también en silencio. Prosigan.’
Aunque Snape no lo supo, Harry le había enseñado al menos la mitad de clase (todo el mundo que había formado parte del E.D.) cómo realizar un Encantamiento Escudo el año anterior. Sin embargo, ninguno de ellos alguna vez había efectuado el encantamiento sin hablar. Hubo una cantidad considerable de trampa; muchos susurraban el conjuro en lugar de decirlo en voz alta. Típicamente, en diez minutos Hermione se las ingenió para repeler el hechizo de piernas de gelatina de Neville, sin pronunciar palabra alguna, una hazaña que seguramente acarrearía ganar veinte puntos para Gryffindor de cualquier maestro razonable, pensó Harry amargamente, pero Snape la ignoró. Pasó entre ellos mientras practicaban, viéndose como un murciélago crecido, como siempre, demorándose para observar a Harry y Ron en plena faena.
Ron, quien se suponía estaba hechizando a Harry, tenía su rostro púrpura, sus labios muy apretados para salvarse de la tentación de mascullar el conjuro. Harry tenía su varita levantada, a la expectativa para repeler el hechizo que parecía improbable de venir alguna vez.
‘Patético, Weasley,’ dijo Snape, al cabo de un rato. ‘Aquí - déjeme mostrarle -’
Volvió su varita a Harry tan rápidamente que Harry reaccionó instintivamente; olvidó todo lo de los hechizos no verbales, y gritó ‘¡Protego’!
Su encantamiento Escudo fue tan fuerte que Snape quedó fuera de balance y se golpeó en un escritorio. La clase entera había mirado y ahora veía a Snape poniéndose en pie, con el ceño fruncido.
‘¿Recuerda que dije que practicaríamos hechizos no verbales, Potter?’
‘Sí,’ dijo Harry rígidamente.
‘Sí, señor.’
‘No hay necesidad de llamarle ‘señor’, Profesor.’
Las palabras se escaparon antes de saber lo que decía. Varias personas jadearon, incluyendo a Hermione. Detrás de Snape, sin embargo, Ron, Dean, y Seamus sonrieron abiertamente.
‘Detención, sábado en la noche, en mi oficina,’ dijo Snape. ‘No acepto descaros de nadie, Potter, ni siquiera de ‘el Elegido’.’
‘¡Eso estuvo brillante, Harry!’ dijo alegremente Ron, mientras caminaban seguros, previo a la hora libre que vendría.
‘¿Realmente no lo deberías haber dicho,’ dijo Hermione, mirando ceñudamente a Ron. ‘¿Qué te hizo?