'Bien, bien. No tan rápido, o comenzaré a pensar que estás aquí sólo por mis baratijas,' puso mala cara Hepzibah.
'Ellos me ordenan que esté aquí,’ dijo Voldemort silenciosamente. 'Soy sólo un pobre ayudante, señora, que debe hacer lo que le dicen. El señor Burke desea que yo le informe ...'
'¡Ah, el Señor Burke!' dijo Hepzibah, agitando una pequeña mano. '¡Tengo algo que mostrarte que nunca le he mostrado al Señor Burke! ¿Puedes guardar un secreto, Tom? ¿Prometerás que no dirás nada al Señor Burke de que yo tengo esto? ¡Él nunca me dejaría descansar si supiera que yo te lo mostré, y no lo vendo, ni a Burke, ni a nadie.
Pero usted, Tom, usted lo apreciará por su historia, no por cuantos Galeones pueda conseguir por ello.'
'Yo me alegraría por ver cualquier cosa que la señorita Hepzibah me muestre,’ dijo Voldemort silenciosamente, y Hepzibah dio otra risa tonta de niña.
'Pedí a Hokey que lo trajera hacia aquí ... ¿Hokey, dónde estás? Quiero mostrar nuestro tesoro más fino al Señor Riddle ... De hecho, traiga ambos, mientras usted está en ello.'
'Aquí, señora,' chirrió el elfo doméstico, y Harry vio dos cajas de cuero, una sobre la cima de la otra, moviéndose a través del cuarto como si volaran por sí mismas, aunque él sabía que el elfo diminuto las sostenía sobre su cabeza, mientras se abría camino entre las mesas y escabeles.
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'Ahora,' dijo Hepzibah felizmente, tomando las cajas del elfo, poniéndolas en su regazo, y disponiendo a abrir la tapa de una, 'pienso que a usted le gustará esto, Tom ... Ah, si mi familia supiera que yo le estoy mostrando ... ¡Ellos no pueden esperar para poner sus manos sobre esto!'
Ella abrió la tapa. Harry afiló la vista hacia adelante un poco más para conseguir una mejor vista y pudo ver algo que se parecía a una pequeña taza de oro con dos finas y trabajadas manijas.
'Me pregunto si usted sabe qué es esto, Tom. ¡Tómelo, mírelo bien!' susurró Hepzibah y Voldemort estiró una mano alargada y levantó la taza por una de sus manijas. Harry pensó que vio un destello rojo en sus ojos oscuros. Su expresión avara fue curiosamente reflejada sobre el rostro de Hepzibah, pero sus ojos diminutos fueron fijados sobre los hermosos rasgos de Voldemort.
'Un tejón,' murmuró Voldemort examinando el grabado sobre la taza. '¿Entonces esto era de ...?'
'¡Helga Hufflepuff, cómo es que lo sabes, eres un muchacho inteligente!' dijo Hepzibah, apoyándose adelante con un crujir ruidoso de corsés y mientras pellizcaba su mejilla. '¿No le dije que soy un descendiente lejano? Esto ha sido transmitido en mi familia durante años y años. ¿Encantador, verdad? Y todos los tipos de poderes que se supone que posee también, pero yo no los he probado a fondo, solamente lo mantengo agradable y a salvo aquí ...'
Ella desenganchó la taza del largo índice de Voldemort y la depositó con cuidado en su caja, estaba demasiado absorbida en colocarla con cuidado en su posición como para notar la sombra que cruzó la cara de Voldemort cuando la taza fue llevada.
'Entonces,' dijo Hepzibah felizmente, '¿Dónde está Hockey? Oh, allí está ... llévate esto ahora, Hockey.'
El elfo obedientemente tomó la taza embalada, y Hepzibah volvió su atención a la caja en su regazo.
'Pienso que a usted le gustará esto mucho más, Tom,' susurró ella. 'Acércate un poco, querido muchacho, entonces podrás ver ... Desde luego, Burke sabe que tengo esto, se lo compré a él, y me atrevo a decir que a él le gustaría recuperarlo cuando me haya ido ...'
Ella deslizó atrás el broche de filigrana fino y tiró abriendo la caja. Allí sobre el terciopelo liso carmesí puso un medallón pesado de oro.
Voldemort extendió su mano, sin invitación esta vez, y lo sostuvo hacia la luz, mirándolo fijamente.
'El símbolo de Slytherin,' dijo él silenciosamente, mientras la luz jugaba sobre una S adornada.
'¡Así es!' dijo Hepzibah. Encantada al parecer, al ver a Voldemort que miraba fijamente su medallón. 'Tuve que pagar un brazo y una pierna por ello, pero no podía dejarlo pasar, no un verdadero tesoro como éste, tenía que conseguirlo para mi colección. Burke lo compró, al parecer, a una andrajosa mujer que parecía haberlo robado, pero que no tenía ni idea de su valor verdadero ...'
No había ninguna confusión en ello esta vez: Los ojos de Voldemort destellaron escarlatas en las palabras, y Harry vio sus nudillos blanquear sobre la cadena del medallón.
'Me atrevo a decir que Burke pagó una miseria por él. Tú sabes que allí ... ¿Lindo, verdad? Y otra vez, todas las clases de poderes están atribuidos a ello, aunque yo solamente lo mantenga ... agradable y a salvo.'
Ella alzó su mano para tomar el medallón. Durante un momento, Harry pensó que Voldemort no iba a dejar que se lo sacara, pero entonces se deslizó por sus dedos y estaba de vuelta en su aterciopelado y rojo cojín.
'Aquí tiene Tom, querido, espero que lo haya disfrutado.'