‘Métele los dedos en la nariz, agarra un tapón y pónselo en las orejas.’
Harry apuntó su varita a Peeves y dijo, ‘¡Langlock!’ Peeves agarró su garganta, pasó saliva y entonces empezó a revolotear alrededor del cuarto haciendo ademanes obscenos pero incapaz de hablar, debido a que su lengua se había pegado a su paladar.
‘Buen tiro,’ dijo Ron apreciándolo, levantando a Dobby un poco de manera que sus pequeños miembros no tocaran más a Kreacher.
‘¿Otro hechizo del Príncipe, eh?’
‘Sí,’ dijo Harry, torciendo el brazo de Kreacher en medio de una llave Nelson. ‘Bien, ¡te prohíbo seguir peleando!
Bueno, Kreacher, tienes prohibido pelear con Dobby. Dobby sé que no tengo permitido darte órdenes pero …’
‘Dobby es un elfo libre y puede obedecer a quien quiera y ¡Dobby puede hacer todo lo que Harry Potter le diga!’ dijo Dobby con lágrimas corriendo por su arrugada y pequeña cara y por su jersey.
‘Está bien, entonces’ dijo Harry; él y Ron soltaron a los elfos que cayeron en el piso pero que no continuaron peleando.
‘El amo ¿me llamó?’ gruñó Kreacher dando una reverencia al tiempo que le daba una mirada de ‘te deseo la muerte’.
‘Sí, te llamé,’ dijo Harry, inclinándose hacia la puerta de la oficina de Madam Pomfrey para checar si el hechizo Mufliato estuviera aún trabajando: no había señal de que ella hubiera escuchado algo de la conmoción. ‘Tengo un trabajo para ti.’
‘Kreacher hará todo lo que el amo desee,’ dijo Kreacher, tan acongojado que sus labios parecían tocar sus torcidos pies, ‘porque Kreacher no tiene otra opción, pero Kreacher está muy apenado de tener un amo como éste, sí ...’
‘Dobby lo hará, Harry Potter!’ replicó Dobby, sus ojos del tamaño de pelotas de tenis todavía tenían lágrimas.
‘¡Dobby estará muy orgulloso de ayudar a Harry Potter!’
‘Eso está bien, será mejor si los tengo a los dos,’ dijo Harry. ‘Está bien entonces, quiero que sigan a Draco Malfoy.’
Ignorando la mirada de sorpresa y exasperación en la cara de Ron, Harry prosiguió, ‘quiero saber a dónde va, con quién se reúne y qué está haciendo, quiero que se conviertan en su sombra.’
‘Sí, Harry Potter!’ dijo Dobby, sus grandes ojos brillaban con emoción. ‘¡Y si Dobby lo hace mal, Dobby se arrojará de la torre más alta Harry Potter!’
‘No habrá necesidad de hacerlo Dobby,’ se apresuró a responder Harry.
‘¿El amo quiere que siga al más joven de los Malfoys?’ preguntó Kreacher. ‘¿El amo quiere que espíe a un sangre’limpia, gran sobrino de mi antigua dama?’
‘Eso es,’ dijo Harry, previendo un gran peligro y determinado a evitarlo inmediatamente. ‘Y tienes prohibido advertirle, Kreacher o mostrar que estás ahí, o hablarle, o escribirle mensajes o … o contactarlo de cualquier manera, Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software
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¿entendiste?’
Harry creyó que podía ver a Kreacher luchando por encontrar algo malo en las instrucciones que había recibido y esperó. Después de un momento o dos y para la satisfacción de Harry, Kreacher dio una profunda reverencia y dijo con un profundo resentimiento ‘El amo piensa en todo y Kreacher debe obedecer, a pesar de que Kreacher estaría mejor sirviéndole al chico Malfoy, o bueno …’
‘Es un acuerdo, entonces,’ dijo Harry. ‘Querré reportes regulares, pero quiero que me los entreguen cuando no esté rodeado de gente. Ron y Hermione están bien. Y no repitan a nadie lo que están haciendo. Solo sigan a Malfoy como si fueran su sombra.’
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Harry y Ron dejaron la enfermería el lunes por la mañana, recuperados completamente gracias a los cuidados de la Señora Pomfrey, y ahora eran capaces de disfrutar de las ventajas de haber sido pasmados y envenenados. Lo mejor de eso era que Hermione y Ron eran amigos otra vez. Hermione hasta los escoltó abajo para desayunar, trayendo con ella las noticias de que Ginny había discutido con Dean. La criatura que se adormitaba en el pecho de Harry de repente levantó su cabeza, oliendo el aire con esperanza.
'¿Sobre qué discutieron?' preguntó él, tratando de parecer ocasional a la vez que daban una vuelta en el pasillo del séptimo piso que estaba abandonado, excepto por una muy pequeña muchacha que había estado examinando una tapicería de trolls en tutús. Ella los miró aterrorizada y dejó caer la balanza pesada de cobre que llevaba.
'¡Está bien!' dijo Hermione amablemente, apurándose para ayudarle. 'Aquí ...'
Ella dio un toque a la balanza rota con su varita mágica y dijo, 'Reparo'. La muchacha no dio las gracias, pero permaneció petrificada mientras ellos seguían su camino; Ron le echó un vistazo mirando hacia atrás.
'Juro que ellos se hacen más pequeños,' dijo él.
'Ella no importa,' dijo Harry, un poco con impaciencia. '¿Sobre qué discutieron Ginny y Dean, Hermione? '